La imagen que la mayoría de la gente tiene en la cabeza cuando le hablas de traders es un joven trajeado, triunfador y con los bolsillos llenos de dinero, un perfil al que han contribuido en gran medida películas como ‘Wall Street’ de Michael Douglas o, más recientemente, ‘El lobo de Wall Street’ de Leonardo DiCaprio. Quizá esto se ajustara a la realidad hace unas décadas, sin embargo, en los últimos años el acceso al trading online se ha democratizado y ahora cualquier persona de cualquier condición puede operar en los mercados, aunque la inmensa mayoría de ellos no se convierte en millonario.
Esto es así gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías, que han permitido la proliferación de brókers online de todo tipo -dealing desk (market maker) y no dealing desk (STP y ECN)- y han facilitado el acceso a formación de calidad en trading sin necesidad de grandes desembolsos de dinero. Eso sí, hay que tener cuidado a la hora de elegir y optar entre los mejores brokers online.
En cuanto a los mercados que más se han popularizado en este contexto, el que destaca por encima de los demás es el Forex o mercado de divisas.
¿Por qué se ha hecho tan popular entre los traders? La respuesta la podemos encontrar en varias ventajas a su favor:
-Fácil acceso. Para comenzar a operar no se necesita un capital muy elevado gracias al apalancamiento, tan solo se requiere un pequeño porcentaje del valor de la posición total.
-El mercado más líquido del mundo, ya que en él la oferta y la demanda es constante. Además, permanece abierto las 24 horas de lunes a viernes lo que reduce algunos costes.
-Buenas plataformas de negociación. Los programas que facilitan los brókers para operar están en permanente actualización y ofrecen rapidez y eficacia al tiempo que son intuitivas y proporcionan numerosas herramientas.
-Permite operar en corto. En Forex podemos aprovechar escenarios bajistas para lograr ganancias, tan solo vendiendo caro y comprando barato.
-Variedad. No solo se puede operar con los distintos pares de divisas sino que además podemos optar por hacerlo a través de CFDs.
Pares de divisas
En el mercado de divisas se opera con pares de divisas. Éstos se dividen entre tipos diferentes:
- Los principales o mayores son aquellos que se negocian con mayor frecuencia y siempre se cruzan con el dólar estadounidense (USD):
EUR - Euro
JPY - Yen japonés
GBP - Libra Británica
CHF - Franco suizo
CAD - Dólar Canadiense
AUD - Dólar Australiano
NZD - Dólar Neozelandés
- Pares menores, son aquellos que están formados por divisas mayores con excepción del dólar estadounidense:
EUR/GBP
EUR/CHF
AUD/NZD… Y así sucesivamente.
- Pares exóticos. Son aquellos integrados por todas aquellas divisas que no son mayores, emparejadas siempre con una divisa principal.
HKD - Dólar de Hong Kong
NOK - Corona Noruega
ZAR - Rand Sudafricano
THB - Baht Tailandés
CFDs vs Forex
El trading con CFD (contratos por diferencia) y con Forex comparten varias similitudes. En primer lugar porque ambos implican un proceso de ejecución muy parecido dado que en ambos casos no se transmite la propiedad del activo subyacente. En segundo lugar, en los dos casos se utilizan las mismas plataformas. En tercer lugar, ambos son mercados OTC (Over the Counter), es decir, 100% electrónicos sin una bolsa de valores central y sin que se intercambie la propiedad de los activos.
Pese a que tienen muchos puntos en común, también cuentan con diferencias. La primera de ellas es que el trader de CFD puede elegir operar con otros instrumentos financieros como materias primas, índices, acciones, etc. Al operar en Forex de manera directa, tan solo podemos operar con pares de divisas.
Otra diferencia es que con CFD se pueden negociar distintos contratos según el subyacente mientras que en Forex se negocian lotes. Otra diferencia es que están marcados por diferentes factores externos. Los CFD se verán impactados por la oferta y la demanda de un producto o, en el caso de las materias primas, por factores como el clima o la producción. En el caso de las divisas, suelen sufrir el impacto de acontecimientos políticos, tensiones geopolíticas o por la evolución de datos macroeconómicos.