Estamos en plena campaña de recogida de la aceituna y, como viene siendo habitual, hasta nuestra localidad han llegado gran número de inmigrantes en busca de trabajo, pero, desgraciadamente, no todos lo encuentran. ¿Está contando Cáritas Alcalá con recursos suficientes para poder atender la demanda este año? Este año hemos atendido a cerca de quinientos temporeros inmigrantes entre octubre y diciembre, y contamos con la colaboración desinteresada de personas que colaboran económicamente con cuotas anuales o semestrales, así como donativos económicos o en especie, ya sea de alimentos, ropa, mantas, etc. También están las colectas de la misa de primero de mes. Hay que alabar la solidaridad y generosidad de nuestra ciudad, que se vuelca con nosotros todo el año, pero especialmente en esta época. Igualmente contamos con la colaboración del Ayuntamiento, a través de la red de albergues: uno en El Coto, con dieciocho plazas, para todos aquellos que vienen en busca de trabajo, y en el que se alojan un máximo de tres días mientras buscan empleo. En dicho albergue se les proporciona el desayuno, almuerzo y cena (bocadillos), a través de una empresa de catering, así como el uso de las duchas, servicio de lavandería y secadora, ayuda para medicinas y billetes de autobús, para ir a otros pueblos para ver si consiguen lo que aquí no han logrado.
El otro albergue está situado en la Avenida de Iberoamérica, en el antiguo Hogar del Pensionista. Abre más tarde que el anterior y en el mismo se alojan aquellos temporeros que han encontrado trabajo paro carecen de alojamiento y pagan 5 euros por día, con diferentes servicios. Para hacer uso del mismo, el jefe tiene que acudir con el contrato de trabajo para justificar que en realidad esa persona tiene trabajo. Cuenta con una capacidad de 56 plazas y actualmente está completo y con lista de espera. En este albergue, el Ayuntamiento nos permite proporcionar todos los días cena caliente a los que están en la calle y no trabajan. El Ayuntamiento también reserva dos o tres duchas del polideportivo para uso de los temporeros que duermen en la calle, dos horas por la tarde. Igualmente colabora con la apertura de una consigna para que todos aquellos que están en la calle guarden su equipaje, mochilas o maletas, en horario de mañana y tarde, con un vigilante. También cuentan con vigilante los dos albergues.
¿Ha cambiado el perfil de los inmigrantes que acuden a Cáritas en los últimos años? Ha descendido considerablemente el número de temporeros procedentes de Rumanía, Bulgaria, y en general del Este de Europa, hasta el punto de que no atendemos ya a casi nadie de estas nacionalidades. Aunque siguen viniendo a la campaña de la aceituna, no acuden a nuestras dependencias. Igualmente, han dejado de acudir ecuatorianos, bolivianos. Siguen viniendo marroquíes y en menor proporción argelinos, pero se ha incrementado considerablemente el número de subsaharianos procedentes de países como Senegal y Mali, y en menor número, de Gambia, Costa de Marfil, Guinea, Mauritania o Ghana, entre otros países.
Como norma general, tienen un bajo nivel de alfabetización, algunos de ellos no saben ni coger el lápiz para firmar, con difícil acceso al mercado laboral en algunos casos. Es común la falta de hábitos de higiene. En algunos casos no hablan español, pero se defienden y suelen ir con alguien que les traduce. Algunos proceden de Italia, de la tristemente conocida Lampedusa. Proceden en muchos casos de la más absoluta pobreza en sus países de origen. Algunos están casados y tienen hijos, yendo de campaña en campaña en busca de trabajo para poder sobrevivir y enviar dinero a sus familias. ¿Qué tipo de ayuda demandan? En especial demandan ropa, ya que algunos de ellos vienen solo con lo puesto. Nos piden mantas, comida, información para encontrar trabajo, ayuda para conseguir médico, medicinas, bombonas de butano. Se les asesora jurídicamente en todo lo que necesitan en relación con su situación legal, para conseguir papeles, renovaciones, reagrupación familiar… También les ayudamos en trámites burocráticos de todo tipo: certificados, escritos, recursos, peticiones, empadronamientos, acompañamiento personalizado a extranjeros a organismos oficiales…
¿Cuáles son las situaciones más desesperadas con las que os encontráis? En primer lugar, la falta de vivienda. En este último trimestre ha habido en la calle unas 150 personas, algunas de las cuales tienen que trabajar al día siguiente, malviviendo y durmiendo mal, en condiciones higiénicas lamentables, ya sea en la estación de autobuses, cajeros, casas viejas sin luz ni agua, así como casas abandonadas en las afueras y zonas no localizadas. El porqué de esta situación viene motivada por la negativa de la mayoría de los dueños de las casas a alquilarlas, en cierto modo comprensible, por la actitud y comportamiento de algunos temporeros. Pero dado que no todos son así, sería cuestión de llegar a un acuerdo entre empresarios, dueños y trabajadores. Hay que tener en cuenta que son muchos también los españoles que causan problemas en las casas que alquilan.
Debemos sensibilizarnos y pensar que estas personas vienen con ganas e ilusión por encontrar un futuro mejor para ellos y sus familias. Hagamos que se sientan acogidos y tratados como verdaderos hermanos. No permitamos que duerman en la calle. Tienen su dignidad, no les privemos de ella. A esta falta de vivienda se une la actitud y comportamiento de algunos de ellos al realquilar las viviendas y cobrar un dinero excesivo por una cama, pudiendo haber seis o siete personas en una habitación, con duchas y cocina comunitarias. En algunas casas se llegan a concentrar hasta veinte personas, siendo en algunos casos el propietario español el que lo lleva a cabo.
La falta de trabajo es otro de los grandes problemas. Esto lleva a algunos a la desesperación, tras llevar varios días “viviendo” en condiciones infrahumanas, de campaña en campaña, en busca de un sustento que no consiguen. Hay también que mencionar la explotación que se sigue dando por parte de algunos jefes, que se llevan a trabajar sobre todo a subsaharianos sin papeles, por una cantidad irrisoria, aprovechando la situación irregular de estas personas, pero abusando igualmente de los que están en situación regular. Se aprovechan de la desesperación de estos temporeros. Afortunadamente, estos empresarios sin humanidad son los menos y cada vez son menos los temporeros que aceptan trabajar por ese precio.
Por último, llama la atención la soledad inmensa de algunos de estos temporeros, que en muchos casos se encuentran con la familia lejos, sin amigos, y necesitan ser escuchados, aunque no les podamos solucionar su problema. En muchos casos solo quieren desahogarse, recibir unas palabras de aliento. A veces somos como psicólogos.
¿El crecimiento del apoyo a opciones políticas como Vox tiene algún tipo de reflejo en una reducción de la solidaridad por parte de la población alcalaína o de un cambio de actitud hacia los inmigrantes, según vuestra experiencia? Desde nuestra experiencia, no hemos apreciado una reducción de la solidaridad de nuestra ciudad. Esta se demuestra como dije antes con donativos en especie, en metálico, cuotas anuales, semestrales, colectas de la misa. La gente sigue colaborando de forma altruista, ya sea de la forma anterior, o en forma de voluntariado, que es una experiencia muy enriquecedora.
¿Os llegan testimonios de denuncias por actitudes racistas? Testimonios como tales, no. Sí llegan a nuestros oídos algunos comentarios en redes sociales, pero afortunadamente vivimos en una localidad donde no se fomenta el racismo. Según nos comentan los temporeros, no suelen sentirse incómodos entre nosotros. ¿Qué porcentaje de inmigrantes llega sin papeles? Todavía siguen llegando sin papeles, sobre todo subsaharianos. Este año, aproximadamente, en este último trimestre, sobre unos 120. Teniendo en cuenta que hemos atendido hasta ahora a cerca de quinientos temporeros, el porcentaje no es tan elevado.
Respecto a la población española usuaria de Cáritas, ¿qué evolución viene teniendo en los últimos años? ¿Ha cambiado su perfil? Suelen venir familias que han estado bien y que, por diversas circunstancias, se encuentran en una situación delicada que requiere de una ayuda temporal. Tienen un nivel socio-cultural más elevado y son más reacios a demandar ayuda. Hay muchas más familias en esta situación de las que creemos.
¿Cómo se presenta 2020 en Cáritas Alcalá la Real? ¿Cuáles son los principales retos para este año? Nos planteamos seguir como hasta ahora, tanto con la población autóctona como con la inmigrante. Al mismo tiempo, también nos proponemos nuevos retos. Entre ellos están la distribución quincenal de productos frescos (frutas, verduras, carne y pescado) junto con alimentos no perecederos, legumbres, pasta, productos lácteos, etc; traslado de alimentos a familias que vivan en núcleos de población diseminados; traslado de medicinas a personas que vivan en lugares en los que no exista farmacia y estén imposibilitados para ir a recogerlos; dar clases de español para inmigrantes, y darle un empujón al programa “Apadrina un mayor”, buscando de esta forma paliar la situación de soledad que sufre un número importante de mayores en nuestra localidad, a través de visitas diarias o semanales a personas mayores que vivan solas, así como a la residencia. Cualquier persona que quiera participar en este proyecto con mayores puede dirigirse a nuestras dependencias en calle Alonso Alcalá, 44.