La Gerencia de Urbanismo ha decidido no llevar al Pleno de este jueves, el primero presencial desde que se decretó el estado de alarma, la aprobación inicial por parte del Consejo del organismo de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para evitar que se puedan instalar nuevas gasolineras a menos de 50 metros de bloques de viviendas ya construidos o junto a parcelas cuyos usos futuros sean residenciales o dotacionales.
La portavoz de Adelante Sevilla, Susana Serrano, ha agradecido esta decisión, que ha achacado al compromiso del Gobierno municipal de trabajar con su formación en una “mayor protección” para los vecinos. Según la concejal del PP Ana Jáuregui, Urbanismo ha decidido parar por el momento esta modificación a la espera de la Ley de Cambio Climático anunciada por el Gobierno de la Nación.
El Consejo de la Gerencia de Urbanismo dio luz ver al cambio del PGOU en relación a la ubicación de nuevos surtidores alegando el aval de “informes jurídicos”. Hasta ahora, la normativa urbanística obligaba a una distancia de seguridad en el caso de parcelas calificadas como estaciones de servicio y en concesiones para puntos específicos de suministro. Pero, “de acuerdo con la normativa”, existía la posibilidad de instalar puntos de suministro asociados a proyectos tales como “establecimientos comerciales individuales o agrupados, centros comerciales, estaciones de ITV o polígonos industriales” en los que no se fijaba una distancia mínima con núcleos residenciales. Con la modificación que se propone, ahora, en estos supuestos “se establece una distancia mínima de 50 metros a las edificaciones existentes o parcelas previstas en el planeamiento de usos residencial o dotacional”.
Urbanismo manifestó tras el Consejo de la Gerencia que la medida daba “respuesta a conflictos futuros que puedan surgir en la ciudad como los planteados en barrios como Pino Montano o Manuel Siurot. La aplicación no tendría carácter retroactivo.