El SAS ha vuelto a lanzar un “mensaje de tranquilidad” a la ciudadanía y asegura que la situación en estos momentos “está controlada”, lamentando las declaraciones “irresponsables que trasladan inquietud y alarma a la población”. Lo ha hecho a través de las declaraciones de la delegada territorial de Salud y Familia, Isabel Paredes, que achaca la situación actual en el Hospital de Jerez “a una “presión asistencial alta debido a la pandemia”.
Se refiere la delegada a la apertura de cuatro plantas para pacientes Covid en el edificio del Hospital General (en la primera ola se habilitaron en el Materno-Infantil pero la cuarta apenas se llegó a utilizar), el doble de ingresos que antes del puente, 72 (el viernes había 36) y 15 en la UCI (en el pico de abril no se superaron las 11), y derivaciones de los enfermos con coronavirus menos graves a los hospitales San Carlos (San Fernando y Puerta del Mar de Cádiz. Asimismo, se están aplazando operaciones o derivándolas a clínicas privadas. Una radiografía que tiene una lectura bien distinta entre los profesionales sanitarios.
Ellos sí hablan de colapso y de falta de previsión, mientras que Paredes llama a la calma asegurando que se están aplicando “los planes de contingencia” para aumentar la capacidad de ingresos en el centro hospitalario jerezano, y niega que la UCI esté al completo. “En la actualidad los pacientes afectados por Covid suponen una ocupación inferior en la UCI al 40%. Entre pacientes con Covid y aquellos con otra patología, la ocupación de esta unidad en su totalidad es del 65% desde este fin de semana”, reitera, tras apuntar a las reuniones diarias que mantiene la gerencia con el comité de expertos. Un encuentro que, según fuentes sindicales, este martes se alargó durante horas, en plena resaca de un puente que ha duplicado los ingresos y ha obligado a reestructurar el hospital con nuevas zonas Covid que han llegado a las propias Urgencias. Así, desde el pasado fin de semana se ha adaptado como zona Covid la unidad de Observación de Urgencias del hospital, al igual que la de tratamiento, que también es ya zona Covid, con el consiguiente malestar e indignación de los propios profesionales sanitarios que iban incorporándose.
“No se ha planificado correctamente, no se ha previsto lo que iba a ocurrir y mientras tanto la incidencia ha ido aumentando, han puesto estas zonas Covid corriendo y deprisa y la gente está indignada. No sabían nada y se fueron enterando de estas nuevas zonas Covid cuando llegaron”, señalan profesionales médicos a este medio.
“La gente tiene miedo”
Pese a todo, desde el CSIF evitan también hablar de colapso sino de “frecuentación muy alta”, y una “saturación importante” pero, de momento, el centro hospitalario “puede absorber esa demanda”, matizan. La cuarta planta se abrió finalmente el domingo en un fin de semana donde también ha habido contagios en la UCI, una unidad donde trabaja un personal muy especializado y donde empiezan a preocuparse. No hay problemas de respiradores, ni de material, pero sus profesionales requieren una preparación y una formación que no puede darse de un día para otro.
“La gente (por los profesionales) tiene miedo, mucho miedo”, apunta Gustavo Domínguez, delegado sindical de CSIF en el hospital, aludiendo especialmente al personal de la UCI, donde trabajan unas 70 personas, y donde es especialmente complicado sustituirles. “Temen venir a trabajar porque hay bastante personal, pero no el suficiente, estamos hablando de profesionales que tiene que colocar respiradores, ponerse adecuadamente el EPI y atender a los pacientes y cuando hay contagios se aisla al turno completo. Eso también se podría haber previsto, hablan siempre de un plan de contingencia pero no nos lo facilitan, dan impresión de improvisación”, critica.
En este sentido, en una mañana complicada en la que se empezó a circular entre el propio centro que se iba a montar un “hospital de campaña”, el inicio del montaje de una carpa delante de la sala de espera de la UCI, justamente en un lateral que da a este espacio, mientras el otro otro lo hace a la unidad de Observación de Urgencias, sin previo aviso, no ayudó demasiado a mantener esa tranquilidad que se demanda desde el SAS. En cualquier caso, desde el Área Sanitaria de Jerez señalan que dicha actuación responde al inicio de una obra de ampliación de la Observación de Urgencias “para prevenir”, que se prolongará un mes, y que se utilizará “si el periodo de alta frecuentación por la gripe o el pico de la pandemia lo requiere”. “No es un hospital de campaña ni una carpa medicalizada ni se va a abrir ya, de hecho se va a tener en previsión”, indican, tras resaltar que dicha actuación “era algo que estaba previsto, como otras obras que anunció la viceconsejera en su día, recalcan. Otras fuentes dicen que es un ‘Plan B’.
