El incendio que se desató anoche en una nave ocupada de Badalona (Barcelona) se ha cobrado ya tres muertos y 23 heridos, siete de ellos graves, entre el centenar de inmigrantes que desde hace años se cobijaban en ese recinto industrial abandonado que habían habilitado como vivienda.
Tras las dos muertes confirmadas de madrugada, hacia el mediodía de este jueves los Bomberos de la Generalitat localizaban el cadáver de una tercera persona en la parte posterior del recinto, por donde muchos de los ocupantes del edificio intentaron huir anoche de las llamas.
De hecho, los Bomberos no descartan que haya más fallecidos, dado que hasta ahora solo han podido inspeccionar la mitad de las naves, con la ayuda de drones y perros de la unidad canina de los Mossos d'Esquadra.
El fuego ha dejado además 23 heridos, cuatro de ellos graves y tres críticos, que han sido trasladados a los hospitales Germans Trias i Pujol de Badalona y Vall d'Hebron y Hospital del Mar, de Barcelona.
Las dificultades para inspeccionar la nave impiden por ahora plantear hipótesis sobre las causas del incendio, aunque algunos de los ocupantes han explicado a los medios que se originó al caerse una vela en una de las estancias habilitadas como dormitorio y, después, el fuego creció con tal virulencia que hizo inútiles los intentos de apagarlo con extintores.
Según ha detallado el conseller de Interior, Miquel Sàmper, desde el lugar de los hechos, el fuego prendió en la parte anterior de la nave y, por el efecto chimenea, ascendió por una escalera interior hacia la parte trasera, adonde muchos de los ocupantes del edificio corrieron para huir por las ventanas, situadas a 9 metros de altura.
Precisamente, esa parte posterior del edificio es la que se teme pueda albergar más cadáveres, puesto que no ha podido ser aún inspeccionada al completo. "Es posible que tengamos la opción de encontrar todavía más víctimas, ojalá no sea así", ha apuntado el conseller.
A consecuencia de la virulencia del fuego, que según los testigos provocó posteriormente alguna deflagración, la nave ha quedado muy deteriorada y con un alto riesgo de hundimiento, lo que ha provocado cuatro colapsos, el último de los cuales ha estado a punto de alcanzar a los bomberos.
El incendio ha destapado las precarias condiciones en que vivían los ocupantes del recinto, situado en el barrio del Gorg de Badalona y compuesto por dos naves conectadas entre sí que alojaban, en su mayoría, a inmigrantes de origen subsahariano que sobrevivían recogiendo chatarra y muebles viejos.
Según ha explicado el alcalde de Badalona, Xavier García-Albiol, el ayuntamiento había abierto un proceso administrativo de sanción urbanística a los propietarios de la nave y estaba al corriente, igual que el anterior equipo de gobierno, de que en el recinto vivían decenas de personas desde hacía ocho o nueve años.
El consistorio, que decretará tres días de luto oficial, había iniciado un proceso administrativo de sanción urbanística contra la empresa propietaria de esta nave por "incumplimiento" de las ordenanzas municipales, ya que el uso del local es industrial, pero se estaba utilizando desde hace años como vivienda.
El ayuntamiento ha contactado con una empresa para proceder a las tareas de derribo total de la nave, que en todo caso no podrán comenzar hasta dentro de unos días, una vez finalizadas las labores de los bomberos y las investigaciones de los Mossos d'Esquadra para determinar las causas del incendio.
Mientras tanto, la Generalitat, a través de los servicios sociales, y el Ayuntamiento de Badalona han acordado realojar a medio plazo a las personas que vivían en la nave incendiada y se ha habilitado una oficina en el barrio para atender a las víctimas.