El Gobierno de Corea del Sur decidió prolongar durante dos semanas las medidas de distanciamiento social, aunque relajó sus restricciones aplicadas a los negocios, ante la aparente estabilización de los contagios en el país.
El Ejecutivo surcoreano ha decidido mantener el actual nivel de alerta en la zona de la capital, el segundo máximo posible, mientras que el resto del país permanecerá en una escala más baja, tras analizar la actual evolución de las infecciones de covid-19.
De este modo, a partir del lunes se extenderá dos semanas más la actual prohibición de reuniones de más de cuatro personas que no compartan hogar, y se mantendrá la restricción de los horarios de apertura de negocios hasta las 21.00 horas.
No obstante, las autoridades han decidido permitir la reapertura de establecimientos que hasta ahora estaban obligados a cerrar como cafés, gimnasios o salas de karaoke, aunque con la misma restricción de horarios que otros negocios y limitaciones al número de personas que podrán acceder al mismo tiempo.
El Gobierno ha tomado esta decisión tras sopesar "acciones más estrictas antivirus para restaurar la vida normal lo antes posible" y teniendo en cuenta "el sufrimiento de los pequeños negocios", según dijo el primer ministro Chung Sye-kyun, durante la reunión de las autoridades nacionales en la que se acordaron estas medidas.
Además, se relajarán las restricciones a las iglesias y lugares de culto, aplicadas después de detectarse en ellos algunos de los mayores brotes de contagio en el territorio surcoreano, y se les permitirá celebrar congregaciones un día a la semana con aforo limitado.
Chung también señaló que los efectos de las restricciones se verán reforzados por la introducción de nuevos tratamientos y vacunas contra la covid-19 prevista para el próximo mes.
Corea del Sur reportó este sábado 580 nuevos casos de covid-19, lo que supone el quinto día consecutivo por debajo de los 600, según los datos de su Agencia para el Control y la Prevención de Enfermedades Infecciosas (KDCA).
Este país asiático registra su tercera y mayor ola de contagios desde finales de noviembre, aunque desde principios de enero se observa una tendencia a la baja.
Además, a finales de diciembre, las autoridades surcoreanas detectaron los primeros casos de personas infectadas con la nueva variante del SAR-COV-2 en personas llegadas de Reino Unido
Corea del Sur acumula 71.820 infecciones en total, con 1.236 fallecimientos, lo que supone una tasa de mortalidad del 1.72 %.