La venta de cigarrillos en España descendió un 8 % tanto en volumen como en valor en 2020, lo que equivale a 182.000 cajetillas menos y a una caída del gasto de 862,9 millones de euros, como consecuencia sobre todo de la pérdida de turistas y el cierre del ocio nocturno por la covid-19.
Así se desprende de los datos anuales publicados este jueves por el Comisionado para el Mercado de Tabacos, que reflejan, no obstante, que en diciembre las ventas de cigarrillos subieron en torno a un 1 % y reflejan una pronunciada disparidad mensual, con desplomes de hasta el 26 % a lo largo del ejercicio.
Al cierre de 2020, en Península y Baleares -no se incluye Canarias- se comercializaron 2.060,9 millones de cajetillas con 20 unidades cada una (-8,12 %), por un valor de 9.338,2 millones de euros (-8,46 %), según las estadísticas oficiales, que apuntan a que el precio medio por cajetilla bajó dos céntimos respecto a 2019, hasta los 4,53 euros.
Las cifras del Comisionado indican que las ventas se vieron afectadas por la falta de turismo debido a la pandemia de coronavirus: el consumo nacional se recortó en torno a un 5 %, mientras que el consumo "turístico y fronterizo" cayó un 30 %.
Las estadísticas por comunidades autónomas lo muestran, ya que Baleares encabezó los descensos, con un -36 %, seguida de Comunidad Valenciana (-11,2 %), Navarra (-11,2 %) y Cataluña (-10,2 %).
En el País Vasco se contrajeron un 7,3 %; en Madrid, un 6,3 %; y en Aragón, Castilla y León, Murcia y Cantabria lo hicieron en el entorno del 5 %.
Con las menores bajadas se situaron Castilla-La Mancha (-2,3 %), Asturias (-3,7 %), La Rioja (-4 %), Galicia (-4,2 %), Extremadura (-4,5 %) y Andalucía (-4,5 %).
Este retroceso de las ventas de cajetillas derivó en una bajada del 8,4 % de los ingresos fiscales recibidos por todo tipo de labores del tabaco, hasta los 7.384 millones de euros, lo que equivale a 674,4 millones menos que en 2019.
Vía impuestos especiales llegaron a las arcas del Estado 5.800,4 millones, a los que se sumaron otros 1.583,6 millones por el IVA.
Por fabricantes, la tabaquera Philip Morris (Marlboro, Chesterfield y L&M) se mantuvo como líder con una cuota de mercado del 30,67 %, cinco centésimas menos que un año antes; a continuación se situaron Imperial Tobacco (Fortuna, Nobel, West y Ducados), que ganó 16 centésimas y alcanzó el 28,19 %; JTI (Winston y Camel), que subió más de un punto y llegó al 25,39 %, y BAT (Lucky Strike), que perdió 1,7 puntos y se quedó con el 10,07 % del mercado.
Fuentes del sector vinculan la caída de esta última con la desaparición en mayo del tabaco mentolado en el marco de la prohibición comunitaria de los cigarrillos con sabores.
En el resto de labores, disminuyeron con fuerza los cigarros (puros), con un retroceso del 5,2 % en volumen y un 6,7 % en valor, hasta los 1.907 millones de unidades y los 438,8 millones de euros, respectivamente.
Por el contrario, se disparó el consumo de tabaco para pipa en más de un 40 % -debido en gran parte al auge de la cachimba o "shisha"- y se comercializaron a lo largo del año 1,86 millones de kilos con un valor de mercado cercano los 216 millones de euros.
También se elevó, aunque de forma más moderada, la venta de tabaco de liar, un 3,5 %, hasta los 6,2 millones de kilos y los 1.074 millones de euros.