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Provincia de Cádiz

“No se entiende que una potencia en turismo no tenga un plan de choque para el turismo"

Javier Sánchez Rojas seguirá al frente de los empresarios de la provincia hasta 2025. "En tiempos recios hay que seguir dando pasos adelante", asegura

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  • Javier Sánchez Rojas, presidente de la CEC -

Javier Sánchez Rojas ampliará su mandato al frente de la Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz hasta el año 2025, tras presentar su candidatura a la reelección y ser el único en liza. La pandemia, no obstante, ha impedido celebrar la asamblea en la que debía ser ratificado, pospuesta hasta mejor y, esperamos, muy próxima ocasión.

“Nadie pensó que esto iba a llegar al año. El presidente Sánchez dijo hemos doblegado al virus, y nos lo creímos”

 

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Debo felicitarle por la reelección, que es lo que corresponde, pero no sé si en las circunstancias actuales es un gran marrón.

–Es un compromiso, una satisfacción también, tras haber logrado el 82% de avales, y una responsabilidad, pero en estos tiempos recios hay que seguir dando pasos adelante.

¿Qué balance deja ahora mismo la pandemia en la provincia?

–Se podría decir de mil maneras, voy a intentar contárselo en román paladino. Arrasador en la salud y la economía, pero si somos capaces de doblegar al virus pronto con capacidad para reactivarnos y recuperarnos. Nos hemos acostumbrado a que todos los días se estrellan dos grandes aviones en nuestro país y mueren más de 700 personas, y como el que oye llover. En un día el virus está matando lo que ETA mató en 40 años. No nos damos cuenta que en España ya han muerto más personas por el virus que americanos en la Guerra de Vietnam. Y estamos conviviendo con dignidad y paciencia ante una situación que no tenía precedentes y que venía sin manual de instrucciones, con lo cual vamos camino del año y está siendo muy duro para los ciudadanos en general, pero para los empresarios está siendo demoledor y agotador.

En cifras están las empresas que tienen que cerrar por decreto, las  que no soportan más y se las ha cargado la pandemia, las que solicitan concurso de acreedores, las que entran en suspensión de pagos...

–Es complicado encontrar ratios positivas, pero por una cosa o por otra, hay empresarios y autónomos que no tienen actividad y sin coberturas o ya agotadas. Algunos se han podido acoger a ayudas concretas, otros a préstamos ICO, a avales de Garantia, pero hay quien no tiene capacidad de endeudamiento. Nadie pensó que esto iba a llegar al año. Es que el presidente Sánchez dijo hemos doblegado al virus, y nos lo creímos. Un año después estamos con fatiga pandémica, pero seguro que tiene solución. La capacidad de reacción y de resiliencia de los empresarios es heroica. Un año después lo que queda por hacer es la concesión de ayudas directas. Si no podemos hacer la actividad y no hay ingresos, no nos obligue a pagar. Por eso estamos siento tan críticos con las subidas de impuestos. No es el momento de pedir más esfuerzos a las empresas porque todas están en el mismo barco, la grande, la mediana y la pequeña. Hay que aguantar todo el tejido empresarial. No se entiende que la segunda potencia mundial en turismo no tenga un plan de choque para el turismo, y no nos referimos a los bares y los hoteles, sino a toda la actividad que hay en torno al turismo. Esa caída de turistas padecida por el sector hay que solventarla entre todos, y no le estamos pidiendo un esfuerzo añadido al Estado. Cuando estamos en una situación como ésta solo queda entre todos salir, y para hacerlo hay que endeudarse o parar el reloj de lo que suponga perjudicar la actividad económica, que es perjudicar el empleo, y ayudar a los que intentan mantener la actividad económica.

¿Qué cifra puede ayudarnos a entender la dimensión de esta crisis en la provincia?

–Es pronto, porque los datos de 2020 no están cerrados. Pero hay algunos muy gráficos. En los seis o siete años de la crisis iniciada en 2008, cayó el PIB lo mismo que ha caído en menos de un año en ésta en España. En la provincia, ha caído en torno al 10,5-11%. En lo que respecta a los ERTE, no hay precedentes en la provincia. En apenas mes y medio se firmaron casi 15.000, con lo cual, el cuello de botella que se generó fue tremendo, y eso ha tenido otras consecuencias, pero si no llega a ser por los ERTE, la situación actual sería mucho más dramática y son una herramienta importante. Están prorrogados, ¿pero alguien piensa que se va a poder terminar con esto?, ¿alguien piensa que si terminamos con los ERTE en marzo, los 83 millones de turistas que recibía España van a venir en abril? Si la demanda se ha caído de manera radical y se recuperará poco a poco, la salida de este tipo de ayudas deben ir en paralelo a eso.

¿Da por hecho que hay que seguir prorrogándolos?

–Creo que hubiera sido más inteligente, por los desgastes que provoca cada renegociación, hacer lo mismo que ha hecho Alemania: hasta el 31 de diciembre de 2021, en el sentido de que hay margen.

¿Tienen algún plazo que prevea la recuperación a partir de una fecha concreta?

–Todos los expertos coinciden en el final de 2022, principio de 2023. 2021 nadie se atreve a contar ya ni con semanas santas, ni ferias, ni verano. Habría que acelerar el plan de vacunas para aliviar algo el verano. Y no se trata de anteponer economía a salud, eso es un falso dilema, ya que es salud y es economía, no va una cosa sin la otra. Primero la salud de las personas y después la salud económica.

Ha hablado de ayudas directas y de un plan nacional de turismo, ¿esta reclamación va por igual a la Junta y al Gobierno?, ¿qué diálogo hay en ese sentido?

–El diálogo está abierto en todas direcciones y se están haciendo cosas en todas direcciones, pero a nivel general, quien tiene las competencias para ese plan nacional de turismo es el Gobierno central. Otra cosa es que decidiéndolo pudiera pedir la colaboración de las autonomías para la capilaridad del plan, pero quien tiene que hacerlo es el Ministerio de Turismo. Somos la segunda potencia mundial en turismo después de Francia, y si en Francia ha habido ese plan aquí debemos tenerlo.

¿Percibe la decisión de la Junta de reducir a siete días la evaluación de las restricciones para facilitar la reapertura de la actividad económica como algo favorable o es alargar la agonía?

–Creo que la medida es buena porque permite rectificar si los datos son mejores o peores. Cataluña ha tenido más contagios que Madrid con todos los bares cerrados. Estamos tan desbordados que es difícil que alguien acierte al cien por cien o falle al cien por cien. Lo que sí es cierto es que se ha demonizado excesivamente a la hostelería y al pequeño comercio, porque no son igual a contagios, los contagios han venido por otra vía, y están ahí los estudios para demostrarlo.

¿Confía en los fondos Next Generation? ¿Cree que la provincia ha presentado los proyectos idóneos?

–Creo en la oportunidad de esos fondos, pero también creo que le hemos metido demasiada prisa y sobreexcitación. Tener que poner en marcha fichas de miles de proyectos para ir a no se sabe dónde y lo decida no se sabe quién y nos contesten no se sabe cuándo, son demasiadas preguntas que aún no tienen respuestas. Solo dejo un dato llamativo. Me preocupa no solo la gestión de la decisión y ejecución de los proyectos con los cuellos de botella burocráticos que tiene España, sino la gestión de las expectativas. Los fondos globales para España son 70.000 millones en préstamos y 70.000 millones a fondo perdido, y la provincia de Cádiz ha solicitado más de 41.500. No me parece mal, pero me preocupa la gestión de las expectativas. Si hacemos la regla de tres, a cada provincia española le corresponde muy por debajo de esos 41.000 millones. ¿Quién va a gestionar después los miles de millones insatisfechos?

El contexto actual en el que se encuentra España, el clima político que se vive, ¿ayuda a la necesaria recuperación?

–Creo que España tiene un exceso de ruido, una normalidad democrática saludable y un exceso de incertidumbre. En estos momentos lo primero es la salud, pero lo inmediatamente después es qué hacemos tras el Covid, tras el mapa de destrozos, porque la situación es muy grave como para estar entreteniéndonos con rótulos en televisión y con declaraciones que solo van a la coyuntura de unas elecciones. Nos sobra ruido.

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