Desde su entrada en concurso voluntario de acreedores en el ya lejano inicio de la pasada década, Alestis Aerospace no levanta cabeza. Ni la gestión de Airbus, tras su compra por parte de la multinacional aeroespacial en 2012, ni la de Aciturri, que la adquirió en el verano de 2019, han evitado en los últimos diez años que los trabajadores de Alestis vayan de susto en susto.
El último conflicto en el que está inmerso el único proveedor aeronáutico de primer nivel andaluz es la amenaza de despidos en las plantas de Puerto Real y de Sevilla.
La gaditana se enfrenta a 40 extinciones, alrededor del 20% de su plantilla, mientras que la sevillana ve en riesgo 25 empleos, un porcentaje mucho menor del medio millar de trabajadores que Alestis mantiene en la provincia.
El grupo burgalés Aciturri, que es junto a Aernnova los otros dos proveedores de primer nivel o Tier 1 de España, no cree que el mercado aeroespacial se vaya a recuperar lo suficientemente rápido ni con el suficiente vigor como para absorber la capacidad que, según un informe de Deloitte, sobra en la compañía cuando se compara con la carga de trabajo que tiene disponible.
Problema bucle
Este problema de exceso de plantilla es algo que en Alestis ya es ciclíco. Incluso durante el mandato de Airbus, la dirección negoció un ERE para 312 personas a ejecutar a partir de 2014. Un expediente que acabó guardado en un cajón a pesar del acuerdo con alcanzado con los sindicatos tras semanas de negociación.
El motivo estriba en que sin esos "excedentes" era imposible que Alestis entregara a Airbus las vitales aeroestructuras que fabrica para el estreno en el mercado del A350 XWB, el avión más moderno del constructor europeo que, entre otras cosas, permitió jubilar al A380. Hay que tener en cuenta que precisamente el cese de producción del A380 es la principal razón que tiene en jaque a la factoría de la propia Airbus en Puerto Real, cuyo conflicto laboral sigue activo.
Por eso, en estos momentos los representantes de los trabajadores de Alestis creen que con suficiente presión laboral e institucional, el actual ERE que pende sobre las cabezas de 65 de sus compañeros puede evitarse.
Apoyos y amenazas
Ayer mismo, el comité de empresa de Puerto Real, presidido por Pedro Lloret, quien llegó a la compañía tras la crisis del Delphi, comunicó a la plantilla que el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Antonio Pacheco, se había comprometió el lunes a interceder ante la SEPI y el Ministerio de Hacienda a favor de la lucha sindical.
"Queremos que el Gobierno español no sólo ponga en valor su accionariado sino su capacidad para conceder ayudas públicas y que estas no pueden recaer en empresas que despidan, sino en las empresas que se acogen a ERTE", explica Lloret en una carta enviada a la plantilla.
Precisamente esa es la propuesta que ahora plantean los empleados de la empresa aeronáutica andaluza, que tiene unos 1.000 trabajadores en Andalucía, distribuidos por sus plantas de Cádiz y Sevilla.
Hoy, los representantes de los trabajadores se reunirán con todos los grupos con presencia en el Parlamento andaluz.
Los comités de empresa ven este encuentro como una de las útimas oportunidades para salir del marasmo en el que se ha convertido su diálogo con la empresa, que es reacia a negociar y se escuda en el informe de Deloitte.
La semana que viene será crucial para conocer qué rumbo tomará este nuevo conflicto en una de las empresas señeras del sector. "Entonces ya tendremos una visión de la situación y si no ha habido avances, tendremos que aprobar un calendario de movilizaciones", amenaza Lloret.
