“Un marco para la reflexión”, subraya una leyenda en la entrada del museo, cuyo acceso es gratuito y que en sus folletos informativos, disponibles en siete idiomas, se dirige al visitante directamente diciéndole que “eres el protagonista de esta historia”.
Para ahondar en esos conceptos, cuando se pasa la puerta del museo, al que se entra por el puente de Triana, unos sensores detectan la presencia humana y activan en tres salas varios vídeos en los que se abordan estos conceptos sólo con imágenes.
Una vez recorridas estas salas, el visitante tiene ante sí una gran pared con dos grabados en los que se representan procesos inquisitoriales, uno de ellos de Goya. En el museo se pretende es “interpelar al visitante” sobre la violación de los derechos humanos a través de la historia.