Planeta Flojete Clown, como proyecto solidario, tiene como esencia el aportar dosis de sonrisas a personas afectadas por conflictos bélicos y catástrofes naturales, así como a personas que están en situación de riesgo o que son vulnerables a causa de las injusticias del sistema. “Nuestra asociación no tiene fronteras, ni hace distinciones entre personas por su color, etnia o cultura. Nos movemos para arrancar una sonrisa a los que lloran por dentro, a los que verdaderamente lo necesitan, cuando esta pizca de esperanza puede marcar el límite entre la vida y la muerte”, nos cuenta su creador, Daniel Molina Anguita.
Para este año 2017 nuestro proyecto es “Caravana Payasa Honduras 2017: contra el maltrato infantil”. Éstos niños y niñas necesitan material escolar, juguetes, ropa… pero también, como cualquier niño del mundo, sonreír… Para ello damos el pistoletazo de salida a una gira escolar por coles de nuestro entorno para acercar el maravilloso mundo del clown y sacar una sonrisa solidaria y trasladarla a otros lugares, a otros niñ@s de Grecia, Macedonia, Centro África, Honduras…
En esta gira se representará el espectáculo “Unas Olimpiadas de andar por casa”. En poco menos de una hora que dura la función, el público infantil participa de manera activa, colaborando en los gags y ejercicios clownescos de los personajes. A través de la animación, el juego y la improvisación, y la magia cómica desde la perspectiva del clown… los niños y niñas se interrelacionan en el espectáculo, con el objetivo de fomentar los hábitos saludables y el deporte, en edad escolar; al mismo tiempo que se divierten y disfrutan de las vivencias del payaso Flojete.
Planeta Flojete Clown nace con la idea de cumplir una serie de fines básicos, entre los que están el fomentar la formación e investigación del payaso, como disciplina dentro de las artes escénicas, la defensa y promoción de los derechos de los niños y niñas, principalmente de los sectores menos favorecidos, utilizando como herramienta el humor y las artes clownescas; crear un lugar de encuentro y entrenamiento para acercar a la sociedad, y fundamentalmente a menores, los valores del clown como valor terapéutico; iniciativas locales para mejorar la calidad de vida de la infancia y potenciar la educación para el desarrollo.
“El entrenamiento de clown es una experiencia que nos permite superar el miedo al ridículo y a la exposición, y recuperar la espontaneidad y la capacidad de jugar a partir de cosas simples. Esta técnica nos hace encontrarnos con el juego y nos enseña a compartirlo con el público. Consiste en poner de relieve la singularidad de cada individuo, pues el clown trabaja y compone a partir de sus propios temores y obsesiones. El clown o payaso no es un personaje, es una persona, la persona más humana de los seres humanos. Aunque el payaso utiliza maquillaje, disfraz, nariz roja, hace muecas… el payaso es y debe ser auténtico y honesto. Su filosofía de vida es divertirse, porque cuánto más se divierte, más se divierten los demás”, concluye Daniel Molina.