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Alcalá la Real

El Hospital de Alcalá se prepara para normalizar actividad asistencial

El plan contempla circuitos para la movilización de pacientes, reestructuración de las hospitalizaciones y la limpieza exhaustiva todas las zonas

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Los hospitales de la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir -a la que pertenecen los hospitales de Montilla, Puente Genil y Valle del Guadiato en Córdoba, y Alto Guadalquivir (en Andújar), Sierra de Segura, Alcaudete, Alcalá la Real y Cazorla, en Jaén- están preparando los planes de actuación que van a permitir ir retomando de forma progresiva la actividad asistencial ante el descenso de número de casos de Covid-19 en sus áreas de referencia.

Tal como apunta el director gerente, Pedro Manuel Castro, “todo el sistema sanitario ha tenido que adecuar su actividad asistencial a las demandas que han surgido de la pandemia de Covid-19 para garantizar la atención a los pacientes que lo habían contraído, asegurando la asistencia también a otros pacientes con enfermedades oncológicas o patologías no demorables y haciendo un esfuerzo además para garantizar la seguridad del resto de pacientes. Esto se ha hecho estableciendo circuitos específicos en todas las especialidades de la cartera de servicios de todos los centros, pudiendo poco a poco retomar la actividad asistencial habitual en la medida que las áreas ocupadas por este tipo de casos se están comenzando a liberar”.

Estos planes funcionales contemplan un conjunto de actuaciones para garantizar la seguridad de los pacientes y transmitir confianza en la atención que reciben.


Así, entre las medidas generales, además la definición de circuitos para la movilización de pacientes dentro de los hospitales, se establecerán lugares de asistencia en hospitalización, UCI, urgencias, consultas externas y pruebas diagnósticas.

Los hospitales intensificarán, además, la coordinación con Atención Primaria en la derivación de pacientes y potenciarán la humanización de la asistencia con el plan de visitas, las medidas de acompañamiento y la información a familiares.

Junto a la redistribución de pacientes por alas y plantas Covid-19 o no Covid-19, se reordenarán los servicios que se unificaron desde el punto de vista asistencial y funcional, teniendo en cuenta la capacidad estructural y de recursos humanos disponibles.

También para las pruebas diagnósticas se establecerán circuitos de desplazamientos intrahospitalarios.

Se llevará a cabo la reordenación de los espacios que se habilitaron para su uso como UCI en los centros que disponen de ella (Andújar y Montilla) y la redistribución de pacientes con o sin Covid-19 una vez que salgan de estas unidades de Cuidados Intensivos, con o sin respirador, hacia las unidades de hospitalización. También se dispondrá de camas ante posibles ingresos de nuevos casos con coronavirus, así como para pacientes postquirúrgicos o que tengan que ser hospitalizados y no presenten el virus.

Consultas externas preferentes u oncológicas

Para las consultas externas se dará prioridad a aquellas que sean de carácter preferente u oncológicas y se agilizarán las pruebas diagnósticas a partir del acto único, que ahorra numerosos desplazamientos al paciente.

En las consultas presenciales de primeras visitas, los centros priorizarán los procedimientos o patologías atendiendo al criterio clínico, y en las revisiones, se minimizará el número de citas manteniendo el formato telemático en aquellas que lo permitan. Asimismo, el tiempo en las visitas presenciales se gestionará de manera que se eviten aglomeraciones en las salas de espera y se definirán medidas de acompañamiento adecuadas.

Las urgencias de los hospitales continuarán con circuitos diferenciados en el marco de la normalización gradual de la actividad por la pandemia y se mantendrá el triaje avanzado respiratorio y las consultas monográficas de pacientes con infección respiratoria aguda. Igualmente, proseguirán los circuitos diferenciados para la llegada de pacientes Covid-19 en transporte sanitario y los destinados a la movilidad de las personas que vayan a someterse a pruebas diagnósticas. También en este ámbito se definirán medidas de acompañamiento.

En radiología, las pruebas diagnósticas se realizarán en acto único siempre que sea posible, y se unificarán cuando existan varias solicitudes. La Administración sanitaria apuesta en este ámbito por facilitar el trabajo en red con lecturas telemáticas de aquellas pruebas funcionales que lo permitan, tanto a nivel provincial como interprovincial. Asimismo, plantea la reordenación de esta atención para ganar en accesibilidad, calidad y seguridad.

La relación entre Atención Primaria y Hospitalaria cobra una especial relevancia dentro de los planes funcionales para facilitar la normalización de la asistencia. Así, se revisarán los protocolos de seguimiento de los afectados con COVID-19 que han recibido el alta del hospital, incluyendo la atención por Enfermedades Infecciosas y Neumología, además del acceso a Primaria para someterse a pruebas complementarias.

Atención Primaria y Hospitalaria mantendrán también acuerdos para la derivación de pacientes, tanto presencial como no presencial, con el fin de optimizar su valoración, y fomentarán la teleconsulta y el acto único para reducir el número de revisiones. Junto a todo ello, se recuperarán las citas de pruebas complementarias y consultas en Atención Hospitalaria.

Reactivación de la actividad quirúrgica

La actividad quirúrgica es objeto de una especial atención dentro de los planes funcionales de normalización gradual de la asistencia, elaborando cada centro su propio plan de reactivación para adaptarlo a sus características y circunstancias.

En estos planes, se ha contemplado que las camas de las unidades de recuperación postanestésica, los hospitales de día e incluso los quirófanos vuelvan a su uso habitual, al igual que las camas de hospitalización quirúrgica.

En todos los casos, además, se potenciará la limpieza exhaustiva de los espacios Covid y no Covid y se protocolizará el uso de mascarillas para trabajadores, usuarios y acompañantes. Sólo se permitirá un acompañante por paciente.

Las personas que vayan a someterse a cirugía y que no hayan presentado síntomas de coronavirus en los últimos 15 días ni cuenten con antecedentes epidemiológicos se realizarán una prueba de diagnóstico PCR o un test para descartar la enfermedad 48 horas antes de la operación. En los casos en que el resultado sea negativo se continuará con la intervención; si es positivo, se comunicará al paciente y a Atención Primaria para su aislamiento y seguimiento domiciliario.

Si el paciente se va a someter a una intervención de carácter urgente, oncológica o que no admita demora, se le realizará la prueba PCR o un test rápido.

Se potenciará la Cirugía Mayor Ambulatoria, un pilar de la gestión de los hospitales de Alta Resolución, dando prioridad a las especialidades con mayor lista de espera. Las intervenciones con y sin ingreso aumentarán progresivamente hasta restablecer la actividad habitual.

 

 

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