Cartas con mensajes de amor recorren las calles de Almería durante los últimos días en honor de San Valentín, un ilustre vecino de la capital
Cartas con mensajes de amor recorren las calles de Almería durante los últimos días en honor de San Valentín, un ilustre vecino de la capital almeriense, ya que la leyenda, o tal vez una certera campaña de mercadotecnia, dice que los restos de este santo reposan en la Catedral de Almería.
Aunque estos parecen pertenecer a uno de los muchos peregrinos que iban a orar a la tumba de San Pedro en Roma, y procederían de las catacumbas descubiertas en el siglo XVIII en esta ciudad italiana, cada año el día de los enamorados cobra una particular importancia en el centro de Almería.
Especialmente en la plaza Campoamor, en la que se ubica el bajorrelieve que el artista indaliano Jesús de Perceval dedicó al santo del amor, que ahora se encuentra acompañado por cartas carmesís colgadas de los árboles y de un particular buzón con forma de corazón.
“Por octavo año consecutivo celebramos y conmemoramos al patrón de los enamorados cuyos restos, según cuenta la tradición, cuyos están depositados en el claustro de la Catedral de Almería. Llegaron en el siglo XVIII y es un vecino más del barrio”, explica a EFE la presidenta de la asociación de vecinos Casco Histórico, Magdalena Cantero.
Una excusa perfecta para “atraer gente al casco histórico, que tiene un déficit importante de visitantes, y así colaborar también y contribuir con los comerciantes, con los hosteleros y los empresarios”.
“Verona, en estas fechas, se inunda de parejas de enamorados y de personas que van a la búsqueda del amor y nosotros, que tenemos al santo del amor por antonomasia, que sí existió, a diferencia de Romeo y Julieta, lo tenemos sin que se le haga mucho caso”, afirma.
Como en ocasiones anteriores, han contado con los alumnos de la Escuela de Arte ‘Carlos Pérez Siquier’, aunque este año también han pedido ayuda a los escolares del barrio. Más de 350 escolares de los centros Inés Relaño, la Chanca y el IES Galileo han colaborado en la decoración de la plaza Campoamor, bajo la coordinación de la Escuela de Artes.
“Hay que contar con los menores, decirles qué significa el amor, qué es el amor y cómo pensar en el amor, que sepan que está libre de muchas cuestiones que la sociedad actual le asocia y que nada tienen que ver con el amor”, asevera.
“Este año nos parecía oportuno que nos trajeran cartas de amor. Igual que están las cartas a Julieta, queremos tener las cartas a San Valentín”, revela Cantero ante el buzón diseñado por los jóvenes de la Escuela de Arte, mientras deposita su propia misiva al mártir.
Poco después, dirige sus pasos hacia la Catedral de Almería, dónde se encuentra con Juan José Martín Campos, deán del cabildo, para depositar junto a él flores en el claustro en el que supuestamente reposa el santo que casaba a los soldados romanos que lo tenían prohibido.
Y la jornada previa al día de los enamorados se cierra precisamente en el templo principal de Almería, con una misa dedicada a San Valentín y más flores y poesía dedicada al mártir.
Porque da igual que los restos sean o no los suyos, lo importante es celebrar el amor, también a un barrio histórico para evitar que “se cometan los atropellos y las barbaridades urbanísticas de años anteriores”. “Quien mire este barrio, que lo mire solo con amor”, concluye Cantero.