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La moción de censura contra Ricardo García será el 15 de enero

Los socios del Industrial debatieron sobre el estado del club en una asamblea extraordinaria

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  • Un momento de la asamblea de socios que celebró ayer el Jerez Industrial. -
En la noche de ayer se celebró en el Centro de Barrio Federico Mayo una asamblea extraordinaria para los socios del Jerez Industrial, con tres temas a debatir: Moción de Censura a la actual directiva que preside Ricardo García, salvo dimisión de éste; nombramiento de la Junta Gestora e información sobre los grupos interesados en la compra del club. Al acto acudieron unos ochenta socios y algunos jugadores de la actual plantilla. La mesa estuvo presidida por Juan García, como socio número uno y convocante de la Asamblea, Ángel Garrido y Fernando Moscoso.

Sobre el punto primero, Juan García dio a conocer un documento elaborado por un abogado, en el que se le insta a la FAF de que tome cartas en el asunto, ya que el presidente Ricardo García (que no estuvo presente) hace y deshace a su antojo, jugando claramente con los intereses del club, abocándolo a la desaparición por su negligencia en las funciones como máximo rector de la entidad albiazul.

El documento, que ha sido enviado por burofax al órgano federativo parece que ha surtido efecto y la propia Federación va a tomar cartas en el asunto, pasando el caso a la asesoría jurídica. Por lo pronto, y a petición del escrito, perece ser que la moción de censura y petición unánime del cese de Ricardo García se va a anticipar al 15 de enero y no a fechas posteriores como él pedía, que se aproximaban a la finalización del plazo de fichajes de jugadores en el mercado de invierno.

El segundo punto del día no quedó concreto con el nombramiento de una Junta Gestora desde el momento que para ello es prioritaria la previa dimisión o cese del actual presidente y, además, quedó aclamada por unanimidad la continuidad de Ángel Garrido al frente de la Comisión que hasta el momento hace de puente entre el Ayuntamiento y los posibles compradores. Aunque la intención de Ángel Garrido era la de dejar en ese mismo acto el cargo, alegando la poca seriedad que está observando en los compradores “fantasmas”. Además, Garrido alegó no tener ganas de enemistarse con nadie, ya que atisba que el tema está tomando un cariz más político que de un negocio formal.

El tercer punto del día, que era la información sobre los posibles compradores con los que Garrido ha contactado fue motivo de un debate serio e incluso tenso en algunos momentos, porque unos señalaron que han sido los ingleses los que han estado interesados, mientras que otros dieron a entender que el ex alcalde Pedro Pacheco anda detrás de todo este asunto. Incluso un socio llegó a comentar que “si Pacheco no nos ha ayudado nunca, ¿lo va a hacer ahora?”.

El cisma llega para el industrialismo desde el momento que no ven clara la manera de echar a Ricardo García del club, y que los compradores que dicen que se han acercado los catalogan de compradores “fantasmas” ya que no han dado la cara nada más que a través de un intermediario del que, hasta el propio Garrido, desconoce su origen ya que sólo se sabe que se trata de un tal Guillermo.

El otro tema preocupante es la planificación de los próximo partido, ya que al equipo le quedan nada más que 16 jugadores, de los cuales sólo ocho entrenarán hoy a las órdenes de José Enrique Caballero, entrenador del equipo juvenil; y que la cuestión para el partido de Lepe se agrava más aún ya que el club no tiene fichado a ningún juvenil, por una negligencia de la secretaría técnica, aunque Chicha (que sí estuvo presente) dijo que puesto al habla con la Federación, no habrá problemas para contar con ellos a partir del día cuatro.

Por su parte, entre los comentarios más relevantes estuvo el del Carrasco, que aseguró que él seguirá en el Industrial, “pase lo que pase, y me hundiré con el barco si es necesario”. Por cierto que Carrasco desveló que él y los jugadores que están, propusieron darle a Ricardo el pago de sus nóminas a cambio de que se fuera; cosa que el presidente no aceptó “porque quiere lo que le corresponde”, explicó Chica, que fue el intermediario de García con los socios.

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