Manuel Contreras: ?Tenemos que ser los discípulos de Cristo del siglo XXI?
Destacó la labor religiosa y social de la Cofradía que preside José Paulano y aludió a la residencia de ancianos que se construye
?La fe no se defiende a solas, sino compartiéndola con quienes convivimos a diario?
Manuel Contreras Pamos pronunció el V Pregón Santa Cena, de la Cofradía de Jesús Salvador y María Santísima de la Caridad y Consolación. Su pregón, sentido y vivido, emocionó a los asistentes que llenaron por completo el Teatro Darymelia. El pregonero, que fue presentado por el sacerdote Santos Lorente, al finalizar su intervención entregó a la Cofradía un pergamino firmado por Ramón del Hoyo, en el que el obispo de Jaén impartía la Bendición Pastoral a todos los cofrades de la Hermandad.
Contreras Pamos ofreció un pregón profundo con su estilo personal, de alabanza pero también crítico, desgranando su trabajo con elocuencia en catorce partes, como si de un vía-crucis se tratara. Se lo dedicó a su madre política Lola López, fallecida hace diez meses, a la que ofreció frases bellas apuntando que “para mi fue como una madre, aunque nunca la llamé como tal, sabiendo que ella me quería como un hijo”.
A lo largo del pregón, el periodista de COPE y colaborador de VIVA JAÉN se detuvo, de manera muy pormenorizada, en el significado del momento en el que Cristo instituyó la Eucaristía, refiriendo que “Jesús es nuestro alimento y en Él hay tanto amor que es imposible desgranarlo con palabras, pero nosotros, en una Cofradía Sacramental y Eucarística, tenemos el privilegio de poder conmemorar este acontecimiento tan importante para los cristianos de una forma más intensa y profunda”.
Posteriormente se detuvo en la “necesidad que tenemos las personas de oír la palabra de Jesús”, definiendo el significado de la fe de la que dijo “no es una ideología que aplasta al hombre hasta esclavizarlo y someterlo, sino que es un estilo de vida, cuya primera condición es que ha de ser elegida desde la libertad, pero que te exige coherencia, porque se mueve en la verdad de un sincero amor a Dios”, ahondando en que “no debemos de quedárnosla para nosotros, sino que tenemos que exponerla, salir a la calle a defenderla, puesto que cuando consideremos nuestro hogar, nuestro lugar de trabajo o de ocio como lugar de misión, entonces Dios tendrá un sitio en ellos y nosotros seremos allí sus testigos”, puesto que la fe no se defiende “conservándola para uso propio, viviéndola a solas, alimentándola en la intimidad, sino dándola a los demás y compartiéndola con quienes se convive a diario”.
Se refirió, también a la celebración del Año Jubilar del Sacerdocio, y desveló nombres de personajes anónimos de la hermandad, “que no se ven pero se nota su trabajo, y eso hace que nuestra cofradía sea más grande cada día”. En especial habló del joven ‘Paquito’, de las camareras, capataces, costaleros y de los miembros del grupo infantil que “son nuestra simiente, para que el futuro sea esplendoroso”.
En este V pregón ‘Santa Cena’, Manuel Contreras destacó la figura de Judas que se equivocó de destino tras su arrepentimiento y fue “a pedir perdón a los pontífices y ancianos, cuando debería haber ido a Jesús que es Amor y Perdón”. Además, reivindicó la salida de ‘La Santa Cena’ a las calles de Jaén en la tarde del Jueves Santo ya que “nuestra estación de penitencia ese día, sería el complemento de la participación en los Santos Oficios en la Iglesia y serviría para los que no creen, pero seguro que verán la procesión en las aceras, como acto de encuentro con el Hijo de Dios, que sólo espera una simple mirada, un simple gesto para perdonarlos y acogerlos en su morada”.
Hizo hincapié en el acto del ‘Lavatorio’ de los pies apuntando que “Jesús vino a servir y no a ser servido”, para adentrarse en los momentos actuales que vivimos, afirmando que “nosotros somos los apóstoles del siglo XXI y no debemos dar la espalda a la función que tenemos que realizar para hacer nuevos discípulos en todo el mundo”.
Se centró, asimismo, en la presencia de la Virgen María, en su advocación de Caridad y Consolación, “la Madre que nunca abandona”, sin olvidar los difíciles momentos por los que pasa el cristianismo, ante lo que “los católicos tenemos que actuar sin concesiones ante acciones o leyes impunes, como la retirada de crucifijos o la presencia de intrusos que quieren protagonismo y publicidad arremetiendo de forma vil e inconsecuente con nuestra religión, porque no tienen agallas de hacerlo con otras”.
Habló del paro, aborto y del abandono de los mayores, destacando la “labor no sólo religiosa que hace nuestra Hermandad, sino la aportación social a través de la Fundación para la construcción de la Residencia que acogerá a ancianos y personas desprotegidas que también tienen derecho a una vida digna”, debiendo ofrecer amor al prójimo puesto que quien “da verdadero amor al prójimo, de forma incondicional, quien ama, se ama tanto a sí mismo que no necesita nada a cambio”.
Manuel Contreras realizó un exhaustivo estudio de su Cofradía, de la presencia en las calles de Jaén de Jesús Salvador en su Santa Cena y de María Santísima de la Caridad y Consolación, y del mensaje que trasmiten, por lo que “nuestra estación de penitencia debemos de hacerla con dignidad, con seriedad, con recogimiento, porque debemos de enseñar al pueblo de Jaén cómo amamos a Dios en esta bendita ciudad, y para ello nos tenemos que mostrar tal como somos, sin artificios, postizos o añadiduras”, finalizando su pregón con este mensaje: “Seamos todos uno solo. ¡Seamos Cristo! y todo tendrá sentido”.
En el acto intervinieron miembros de los coros de la hermandad y de la Parroquia de San Juan de la Cruz, cerrándolo la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Expiración que estrenó la marcha ‘Cáliz de Caridad’, escrita por Javier Suárez Salas, y que será interpretada en la estación de penitencia del próximo Domingo de Ramos.
Contreras Pamos ofreció un pregón profundo con su estilo personal, de alabanza pero también crítico, desgranando su trabajo con elocuencia en catorce partes, como si de un vía-crucis se tratara. Se lo dedicó a su madre política Lola López, fallecida hace diez meses, a la que ofreció frases bellas apuntando que “para mi fue como una madre, aunque nunca la llamé como tal, sabiendo que ella me quería como un hijo”.
A lo largo del pregón, el periodista de COPE y colaborador de VIVA JAÉN se detuvo, de manera muy pormenorizada, en el significado del momento en el que Cristo instituyó la Eucaristía, refiriendo que “Jesús es nuestro alimento y en Él hay tanto amor que es imposible desgranarlo con palabras, pero nosotros, en una Cofradía Sacramental y Eucarística, tenemos el privilegio de poder conmemorar este acontecimiento tan importante para los cristianos de una forma más intensa y profunda”.
Posteriormente se detuvo en la “necesidad que tenemos las personas de oír la palabra de Jesús”, definiendo el significado de la fe de la que dijo “no es una ideología que aplasta al hombre hasta esclavizarlo y someterlo, sino que es un estilo de vida, cuya primera condición es que ha de ser elegida desde la libertad, pero que te exige coherencia, porque se mueve en la verdad de un sincero amor a Dios”, ahondando en que “no debemos de quedárnosla para nosotros, sino que tenemos que exponerla, salir a la calle a defenderla, puesto que cuando consideremos nuestro hogar, nuestro lugar de trabajo o de ocio como lugar de misión, entonces Dios tendrá un sitio en ellos y nosotros seremos allí sus testigos”, puesto que la fe no se defiende “conservándola para uso propio, viviéndola a solas, alimentándola en la intimidad, sino dándola a los demás y compartiéndola con quienes se convive a diario”.
Se refirió, también a la celebración del Año Jubilar del Sacerdocio, y desveló nombres de personajes anónimos de la hermandad, “que no se ven pero se nota su trabajo, y eso hace que nuestra cofradía sea más grande cada día”. En especial habló del joven ‘Paquito’, de las camareras, capataces, costaleros y de los miembros del grupo infantil que “son nuestra simiente, para que el futuro sea esplendoroso”.
En este V pregón ‘Santa Cena’, Manuel Contreras destacó la figura de Judas que se equivocó de destino tras su arrepentimiento y fue “a pedir perdón a los pontífices y ancianos, cuando debería haber ido a Jesús que es Amor y Perdón”. Además, reivindicó la salida de ‘La Santa Cena’ a las calles de Jaén en la tarde del Jueves Santo ya que “nuestra estación de penitencia ese día, sería el complemento de la participación en los Santos Oficios en la Iglesia y serviría para los que no creen, pero seguro que verán la procesión en las aceras, como acto de encuentro con el Hijo de Dios, que sólo espera una simple mirada, un simple gesto para perdonarlos y acogerlos en su morada”.
Hizo hincapié en el acto del ‘Lavatorio’ de los pies apuntando que “Jesús vino a servir y no a ser servido”, para adentrarse en los momentos actuales que vivimos, afirmando que “nosotros somos los apóstoles del siglo XXI y no debemos dar la espalda a la función que tenemos que realizar para hacer nuevos discípulos en todo el mundo”.
Se centró, asimismo, en la presencia de la Virgen María, en su advocación de Caridad y Consolación, “la Madre que nunca abandona”, sin olvidar los difíciles momentos por los que pasa el cristianismo, ante lo que “los católicos tenemos que actuar sin concesiones ante acciones o leyes impunes, como la retirada de crucifijos o la presencia de intrusos que quieren protagonismo y publicidad arremetiendo de forma vil e inconsecuente con nuestra religión, porque no tienen agallas de hacerlo con otras”.
Habló del paro, aborto y del abandono de los mayores, destacando la “labor no sólo religiosa que hace nuestra Hermandad, sino la aportación social a través de la Fundación para la construcción de la Residencia que acogerá a ancianos y personas desprotegidas que también tienen derecho a una vida digna”, debiendo ofrecer amor al prójimo puesto que quien “da verdadero amor al prójimo, de forma incondicional, quien ama, se ama tanto a sí mismo que no necesita nada a cambio”.
Manuel Contreras realizó un exhaustivo estudio de su Cofradía, de la presencia en las calles de Jaén de Jesús Salvador en su Santa Cena y de María Santísima de la Caridad y Consolación, y del mensaje que trasmiten, por lo que “nuestra estación de penitencia debemos de hacerla con dignidad, con seriedad, con recogimiento, porque debemos de enseñar al pueblo de Jaén cómo amamos a Dios en esta bendita ciudad, y para ello nos tenemos que mostrar tal como somos, sin artificios, postizos o añadiduras”, finalizando su pregón con este mensaje: “Seamos todos uno solo. ¡Seamos Cristo! y todo tendrá sentido”.
En el acto intervinieron miembros de los coros de la hermandad y de la Parroquia de San Juan de la Cruz, cerrándolo la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Expiración que estrenó la marcha ‘Cáliz de Caridad’, escrita por Javier Suárez Salas, y que será interpretada en la estación de penitencia del próximo Domingo de Ramos.
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