Son muchos los miedos que han surgido y nos amenazan en el mundo actual y nuevos refugios donde escondernos y creernos protegidos. Hay aparentes ataques que son el reflejo de nuestras inseguridades, y demasiada gente que en su intento de buscar un lugar seguro termina muriendo de éxito en internet y perdiéndose en las redes sociales.
Vivimos en una realidad cargada de confusiones, sin saber muy bien si estamos avanzando o retrocediendo, donde comienza la verdad y termina la ficción, en el que no podemos encerrarnos en la dualidad de nuestros propios mundos y las simplezas de lo bueno y lo malo, lo blanco y lo negro, lo fácil y lo difícil, lo material y lo virtual.
La moderación y el sosiego es la mejor manera de combatir nuestros miedos, nos infunde serenidad y seguridad, y hace que pongamos en marcha la paciencia como guía de nuestras actuaciones, que no existan brechas digitales, ni nadie tenga que recibir llamadas inoportunas a las horas más incomodas para ofrecernos la oferta del siglo y nos sigan tomando el pelo.
Están los horrorosos que se dedican a meternos miedos sin dejarnos posibilidades de resguardarnos , los que nos quieren tener poco informados y si es posible aislado , dominados por incertidumbres y riesgos que intentamos ocultar bajo una apariencia de falsas seguridades.
Quienes no saben hacer otra cosa que agitar y provocar sobresaltos , se esmeran en convertir la realidad en un escenario de desconfianzas , donde dominan las alarmas , nos movemos entre temores y fobias, sustos y temblores.
En un sistema neoliberal y populista como los que se están imponiendo en una parte importante de nuestro mundo desarrollado, tiende a invisibilizar a todo lo que le molesta , tal y como los vulnerables mayores que no sean productivos o los pobres.
Misteriosos miedos y desconocidos refugios, señalan un horizonte en el que no se vislumbran ni ilusiones ni esperanzas., un camino de curvas peligrosas que puede finalizar en un accidente mortal en cualquier momento , en el que nos damos cuenta que saber es bueno, pero saberlo todo es mucho mejor pero resulta imposible.
Si algo nos debería producir miedo en la actualidad son los bulos, que pueden destrozar la buena imagen del más pintado, ya que si utilizas cualquier autopista digital en las redes sociales resulta demoledor y en tiempo real cualquier mensaje negativo o positivo podemos verlo o escucharlo en el mundo entero
No es posible meter miedo a todo el mundo durante todo el tiempo por muy poderosos medios que empleen quienes mandan y pretendan dominar el mundo y nuestras vidas. La fuerza de nuestras dignidades llegan a un limite en el que saltan y se rebelan contra cualquier autoritarismo.
Hay ideas fundamentales y palabras claves, cuando intentamos comunicarnos con quienes nos rodean, y no podemos ni debemos ser rehenes de nuestros miedos y escudarnos en razones que no tienen ningún contenido y se quedan en pura retórica , y terminamos por situarnos entre la indefensión jurídica y la frivolidad burocrática.
Lo que nos mantiene la categoría de ciudadano, es que la vida pase por nosotros y esto nos obliga a tomar partido, a no permanecer indiferentes ante las injusticias y las desigualdades , ni tampoco guarecerse bajo la mascarilla de la neutralidad. Si no nos comprometemos , no encontraremos soluciones.
