Antes de hacer un balance general con cifras de asistencia, distintas procedencias y otros datos de interés en los próximos días, una vez concluya esta edición del
Festival de Jerez con el espectáculo de Manuela Carrasco en el Teatro Villamarta, es preciso hacer algunas observaciones de los espectáculos que se han celebrado en la que conocemos como “la segunda semana” del certamen.
Desde el día de Andalucía el Villamarta ha acogido distintos espectáculo con un claro vencedor, el
Alter Ego protagonizado por el dúo conformado por
Patricia Guerrero y Alfonso Losa. En este espectáculo se conjugaron el talento de dos de los más admirados bailaores del momento, con un guion en el que el baile era lo más importante, compartiendo ambos escena y contestándose uno al otro, con el cante de gran factura de Ángeles Toledano e Ismael de la Rosa ‘El Bola’.
En el mismo escenario, otras grandes propuestas han sido aplaudidas como las de
Farruquito, junto a la presencia de su hijo
Juan El Moreno, momentos para el recuerdo; o
Beatriz Morales y Agujetas Chico, apostando por el amor en todas sus versiones, recabando los dos en distintos registros a los habituales; así como
Ana Morales y David Coria, cada uno un día, en apuestas más por la trama y la danza, sobre todo Ana. Coria ha sido muy valorado también por el público. Gran acierto ha sido el de
Úrsula López, grandísima coreógrafa y bailaora que ha recurrido al espacio
lorquiano para desarrollar un nuevo estreno en el que sobresale Alfredo Lagos como músico principal.
En otros espacios como el de la Bodega Los Apóstoles de González Byass hemos visto triunfar a
El Pele con un recital para la historia, de oro, en el que se disfrutó de cantes como la soleá o las alegrías, que suenan a gloria, o del concierto de guitarra de un joven
Yerai Cortés que sustituía a Rafael Riqueni, aquejado de una molestia. Yerai ha salido por la puerta grande y se consagra como una de las guitarras del momento. Este año Los Apóstoles han vivido noches inolvidables, como la que llevó acabo Luis Moneo quien, junto a los mencionados anteriormente, ha hecho brillar este ciclo como uno de los más interesantes que ofrece la programación oficial.
Un guitarrista que también ha dado lo mejor de sí ha sido el jerezano
Juan Diego Mateos, en este caso desde la Sala Compañía, con un concierto íntimo, dinámico, rítmico y de gran sabor. Presentó
Una promesa, y contó con el baile de Manuela Carpio, tan visceral como de costumbre, además del cante de Miguel Lavi por seguiriyas dolientes. Por destacar otros acontecimientos, importante presencia de
Ana Crismán en Don Jorge, dentro de los Museos de la Atalaya, con su
work in progress Arpaora, deslizando sus manos sobre el instrumento en creaciones que ella misma firma por zambra, bulerías, soleá o guajiras. Jesús Méndez y Marta de Troya estuvieron acompañándola, y Perico Navarro a la percusión. En ese mismo lugar, adaptado para estas propuestas algo más alternativas, comprobamos el gran estado por el que pasa la bailaora
Mercedes de Córdoba, con un montaje en el que recurrió a la memoria de Marga Gil Roësset, poeta, escultura e ilustradora de la Generación del 27, dentro del grupo de las
Sinsombreros y sus tan fecundas como tormentosas experiencias vitales. Bailó como ella sabe, con la raza de una flamenca de pro que no se olvida de su esencia.
Pero si hay un sitio con especial encanto ese es el
Palacio de Villavicencio, magnífico salón en el complejo monumental del Alcázar de Jerez que produce el recogimiento de un cuarto de cabales. Por ese escenario, en el que no existe la megafonía, han pasado
Rocío Luna, ganadora de la Lámpara Minera 2023 con un gusto formidable en cada cante y con una imagen flamenca y jonda ortodoxa pero renovada;
El Chanquita y Bernardo Rubichi, que compartieron tarde en un derroche de jerezanía y color de esperanza para el cante de la tierra; y el onubense
Jesús Corbacho, maestro del cante de atrás que se echó adelante para sentar cátedra con conocimiento y soltura.
En las peñas, las encargadas de celebrar sus recitales en los últimos días han sido el Centro Cultural Don Antonio Chacón, con el baile de
Nazaret Reyes, la Peña La Bulería, con
Esmeralda Rancapino, y
Malena Carrasco estuvo en Tío José. El baile se Sevilla, el cante de Chiclana y Lebrija respectivamente, han quedado patente en estos sagrarios del arte que tanto valoran los que vienen de fuera por su espontaneidad y capacidad de sorprender.