El cambio del deslinde de la zona de La Almadraba de los 100 a los 20 metros, tal y como pedían los vecinos del barrio, es prácticamente una realidad después de que a finales de la pasada semana todas las partes implicadas en este proceso firmasen el acta de modificación de la linde que deja a las viviendas fuera de todo peligro de derribo.
El acto se desarrolló en Cádiz y al mismo asistieron miembros de la AVV La Almadraba, con su presidente José Ruiz Cortejosa a la cabeza, representantes de la Gerencia Municipal de Urbanismo, de la Junta de Andalucía, de Costas, de dos entidades bancarias, dueños de las salinas de la zona y también miembros de la AVV casas Blancas.
La firma del acta supone prácticamente el último paso necesario para que la Dirección General de Costas en Madrid dé el visto bueno a todo este procedimiento que ha tenido en vilo a los vecinos del señero barrio isleño desde el año 2001, que fue cuando entró en vigor el decreto de Costas que ampliaba la linde de protección a los 100 metros.
Ahora se ha abierto un plazo de 15 días para que los interesados puedan presentar las alegaciones que estimen oportunas. Si hay dichas alegaciones será la propia Dirección General de Costas las que las resolverá, pero si se da el caso contrario, es decir, que no hay ningún tipo de reclamación, entonces quedará confirmada la modificación del deslinde de La Almadraba, pasándose de los 100 metros actuales a los 20 que dejarían las viviendas fuerza de la zona de servidumbre de protección. “Será entonces cuando definitivamente podremos pasar de la palabra derribo que se oía al principio a la permanencia de las casas”, señalaba a INFORMACIÓN José Ruiz Cortejosa, presidente de la AVV La Almadraba.
Una justa recompensaSerá el justo premio a la insistencia de cerca de 100 vecinos que no tuvieron el menor reparo en su día de plantarle cara a un gigante administrativo como es Costas para demostrarle que cuando entró en vigor la ley las casas estaban consolidadas y que La Almadraba llevaba varias décadas asentadas sobre los terrenos actuales. Fue una tarea ardua que llevó a los afectados a meterse en una encrucijada que casi ocho años después ha encontrado una respuesta positiva.
Ahora sólo resta la confirmación definitiva de la modificación del deslinde, que podría ser una realidad a primeros del próximo año si se cumplen todos los plazos administrativos fijados para un procedimiento de estas características.
Será entonces cuando queden atrás las numerosas movilizaciones llevadas a cabos por los vecinos en varias zonas de la ciudad clamando justicia para sus viviendas, una justicia que está prácticamente a la vuelta de la esquina y que dejará el barrio de La Almadraba en pie durante muchos años más.