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Curioso Empedernido

Buenos momentos

A veces tenemos una visión un tanto dramática de nuestras vidas, con una tendencia a creer que en cada hora vivimos los peores momentos

Publicado: 24/10/2024 ·
11:13
· Actualizado: 24/10/2024 · 11:13
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Autor

Juan Antonio Palacios

Juan Antonio Palacios es observador de la conducta humana, analista de la realidad y creador de personajes literarios

Curioso Empedernido

Curioso empedernido. Curioso de las tres pes, por psicología, la política y el periodismo, y alérgico a las fronteras y murallas

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En la búsqueda del equilibrio que es nuestra existencia, hemos de saber aprovechar los buenos momentos. Saber esperar y no ser esclavos del mal humor sin motivos ni razones ante cualquier contrariedad. Disfrutemos de descubrir y conocer cosas nuevas y distintas, de aprender  aquello que ignorábamos.

A veces tenemos una visión un tanto dramática de nuestras vidas, con una tendencia a creer que en cada hora vivimos los peores momentos de nuestras vidas, los más trágicos instantes del caminar por estos mundos y que con cualquier cosa que nos ocurre no se hace justicia con nosotros.

En esta especie de sentimiento nostálgico, en el que idealizamos el pasado, y creemos que todo lo pretérito, siempre fue mejor, porque era más tranquilo y todopoderoso, que no vamos a poder salir del abismo del presente y que el futuro está lleno de incertidumbres.

Sin embargo, solo conque nos paremos a pensar, observaremos como cada hora que transcurre se produce un nuevo acontecimiento, cada minuto que pasa ocurre un flamante descubrimiento y la actualidad que vivimos está llena de logros increíbles que nos hacen más fácil el provenir. Y en este siglo XXI ,todo apunta que la humanidad puede reencontrarse consigo misma y alcanzar algunos de sus sueños.

Hay quienes están permanentemente instalados en lo que quisieron ser o en lo que fueron, perdidos en la melancolía del pasado, anclados en un punto del tiempo, sin querer avanzar, para no abrir los ojos a lo que ya no son, para no ser conscientes que son otros , a los que corresponde escribir la historia, sin necesidad de que tenga que haber ganadores y perdedores, sin que unos obtengan la gloria y otros sean marginados.

Hemos de recuperar el espíritu de ayuda colectiva, de poder encontrar satisfacción y consuelo en el otro, de que quien tenemos a nuestro lado no sólo es nuestro competidor y en ocasiones nuestro adversario, sino nuestro confidente y amigo, aquel al que podemos contar nuestros problemas, con el que tenemos la posibilidad de confesarnos, porque nunca en ningún momento del discurrir de los acontecimientos, hemos tenido la capacidad de elegir tantas opciones como ahora.

Uno de los factores que más sustancialmente han colaborado a cambiar las relaciones humanas en los últimos tiempos ha sido el aumento espectacular de nuestra supervivencia y el poder de internet y las redes sociales. De tal manera que ya no es noticia llegara centenario ni comunicarnos en el momento con cualquier ciudadano o ciudadana del mundo.

No hace mucho, cuando alguien tomaba la importante decisión de formar un hogar, sabía que en la mayoría de las ocasiones era para toda la vida, hoy casi siempre nos da tiempo a probar una segunda oportunidad. Antes, el determinismo y los elementos de todo tipo condicionaban de tal forma nuestra existencia, que resultaba complicado e improbable que pudiéramos introducir cualquier variable en los siguientes capítulos del libro de nuestra vida, mientras que ahora disponemos de más opciones, mayor tolerancia e incentivos para buscar lo que queremos ser, fuera de lo que está previsto que seamos.

Cada día es más importante el valor de la persona, lejos de cualquier imposición, donde el respeto a la individualidad, nos permite experimentar en nuestra propia piel el bienestar del otro, el afecto, la ternura, la comunicación o el amor, donde resulta más difícil vender motos falsas, doctrinas sin sentido y gatos por liebre, donde aprendemos la relatividad de nuestro papel, en la que la agenda del mañana la estamos diariamente escribiendo entre todos, dando fe de ese futuro que siempre queremos que sea mejor que lo que estamos viendo, sintiendo o viviendo .
 

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