Los numerosos accidentes de tráfico que se han venido registrando en la carretera autonómica A-318 a su paso por el término municipal de Puente Genil a lo largo de los últimos años, han llevado al Ayuntamiento a estudiar diversas propuestas para mejorar el trazado de la vía, especialmente en aquellos puntos que tienen una mayor siniestralidad.
Es el caso del cruce que da acceso a la aldea de la Ribera Baja, que sigue siendo un foco constante de problemas donde se generan numerosos siniestros al cabo del año. El último se registró hace un par de semanas y fue de carácter leve, resultando herida una mujer en una colisión entre dos vehículos pero, a finales de octubre, dos mujeres, ambas vecinas de Herrera (Sevilla), perdieron la vida en este mismo punto tras chocar el turismo en el que viajaban con un camión.
“La instalación de radares está solicitada pero es un criterio de la Dirección General de Tráfico (DGT), y el Ayuntamiento no puede instalarlos porque no tiene competencias al no ser la carretera de su titularidad”, explicó recientemente el alcalde, Sergio Velasco, en sede plenaria, añadiendo que desde el Ayuntamiento “lo que sí podemos cursar es una instancia a la DGT y hablar nuevamente con Fomento para ver si se pueden adoptar medidas en ese cruce de la Ribera Baja, un punto problemático y con muchos accidentes”.
Sobre esta cuestión también se ha pronunciado en los últimos días la delegada territorial de Fomento, Carmen Granados, quien ha admitido que “la preocupación es patente, tal y como nos ha trasladado el alcalde, si bien tengo que aclarar que la declaración de un tramo de concentración de accidentes (TCA), no se hace de manera unilateral por parte de la Consejería de Fomento, sino que se determina conforme a una serie de parámetros entre los que no sólo se encuentra la accidentabilidad, sino que también se toma en consideración la valoración de la Guardia Civil, aunque, en todos los casos, trabajamos de manera conjunta, coordinada y constante tanto con ellos como con los ayuntamientos”.
“En concreto, el cruce de la Ribera Baja no tiene la catalogación de TCA, pero sí es un punto conflictivo, ya que en pocos meses han sucedido varios accidentes de gravedad y se está trabajando buscando soluciones a planteamientos que el propio Ayuntamiento ha puesto sobre la mesa, como la propia estructura de esa glorieta partida para unificarla, o incluso la posibilidad de ejecutar, un poco más adelante, un carril de vehículos lentos, que también a priori podría parecer lógico y sensato”.
“En cualquier caso –finalizó Granados- tenemos que trabajar, estamos en ello y este tipo de cuestiones, siendo realistas, no las podemos resolver de un día para otro, son temas que están sobre la mesa y deben abordarse con prioridad”.