Después de comenzar la temporada enlazando cuatro victorias, y sobre todo después de
llevarse ni más ni menos que once partidos sin ganar, cuando todo parecía más negro que
la boca de un lobo, el Betis encadenó ante el Sporting de Gijón su tercera victoria,
ésta la más clara, tras los triunfos ante Valencia y Atlético de Madrid. Este equipo es
de rachas y ha vuelto la buena. Lástima que la semana que viene visita Barcelona, el
campo más imposible del mundo.
El Betis, con jugadores de banda, con la defensa más aseada que puede conformar, y con
la versión patanegra de Beñat e Iriney, salía con las ideas muy claras para vencer al
Sporting. El conjunto de Mel presionaba donde hace daño y luego sabía encontrar los
huecos que los espigados centrales asturianos dejaban para que la movilidad de Rubén
Castro y de Roque Santa Cruz hiciera el resto.
Pronto, muy pronto, se vio esa superioridad verdiblanca. Jefferson Montero, al que le
cuesta rematar la faena para salir a hombros, demostraba que Lora iba a sufrir con su
velocidad. De hecho, el ecuatoriano terminó expulsando al lateral derecho en menos de 45
minutos, con dos entradas de amarilla muy nítidas. Pero Montero, a veces, demasiadas
veces, estropea las jugadas que tan bien comienza. Una de esas acciones en las que lo
borda, dejo solo a Rubén Castro, pero éste tiró al muñeco. Ya antes, Roque Santa Cruz
demostraba otra vez que tiene más calidad que instinto asesino. Pero para desmentir este
comentario, Beñat habilitó al paraguayo y éste le pegó fuerte y con mucha maldad para
hacer el primer gol, merecidísimo, del Betis. Rubén Castro, en una acción de cine,
estrelló poco después el balón al palo.
Y después de tanto sufrir, el Sporting empezó a jugar. Justo antes del tiro al palo de
Castro, el portero, Casto, hizo la parada de la jornada a De La Cuevas. Pero lo peor es
que Barral olió sangre, se aproximó a Dorado, y lo volvió loco en varias acciones que
resolvió de nuevo un Casto crecido. Resultaba curioso que uno de los mejores Betis de la
temporada desapareciera durante algunos minutos, con todo de cara. Pero cuando la
primera mitad acababa, Jeff Montero otra vez se montaba en la moto y provocaba la
justísima expulsión de Lora, quien desquiciado, se fue al tobillo de su pesadilla para
irse a la ducha dos minutos antes que todos los demás.
Y tras ese período de descanso, Preciado decidió quitar a Nacho Novo, meter al central
Gregory y desplazar a Botía en la lateral derecho que dejó huérfano el impetuoso Lora,
que le hizo mucho daño a su equipo.
Pero lejos de aprovechar la situación, el Betis empeoró con un jugador más. Bien es
cierto que los cambios, sobre todo los de Juanma y Jefferson Montero, dos de los mejores
del Betis, no ayudaron en nada, pero son futbolistas que no aguantan físicamente los
encuentros y lo mismo Mel se vio forzado a realizar esos cambios que más allá de esa
razón, no eran muy entendibles. No obstante, pese a todo, el Betis, lógicamente tuvo más
y mejores opciones. Estuvo frivolón Rubén Castro, en varias opciones claras mal
resueltas, y tuvo que ser Molina, muy mejorado, quien sentenció en el descuento.
FICHA TÉCNICA
Real Betis (2): Casto; Isidoro, Mario, Dorado, Nacho; Juanma (Jonathan Pereira, m.69),
Beñat, Iriney, Jefferson Montero (Cañas, m.76); Rubén Castro y Santa Cruz (Jorge Molina,
m.60).
Real Sporting (0): Juan Pablo; Lora, Botia, Iván Hernández, Canella; Rivera (Luis Morán,
m.72), André Castro (Carmelo, m.60), Óscar Trejo, Nacho Novo (Gregory, m.46); De las
Cuevas y David Barral.
Goles: 1-0, M.23: Santa Cruz. 2-0, M.92: Jorge Molina.
Árbitro: Javier Estrada Fernández (Comité Catalán). Expulsó por doble amonestación a los
sportinguistas Lora (m.39 y 43) y Carmelo (m.70 y 94). Enseñó tarjeta amarilla a los
visitantes Botia (m.79) y Luis Morán (m.84) y al local Beñat (m. 88).
