La alcaldesa ha descrito la “Guía 54 Ventas y Mostos de la Campiña de Jerez” como un material imprescindible para promocionar la gastronomía y vinos de Jerez, que pone de manifiesto que “hay sectores, como el de la agroindustria y el turismo, que deben aunar sinergias para generar riqueza y mantener el dinamismo de la zona rural”.
La primera edil ha insistido en la necesidad de “buscar, en estos momentos, alternativas que garanticen las rentas agrarias de nuestros agricultores y ahí es donde las administraciones debemos ir de la mano con la industria agroindustrial y el turismo, con las iniciativas emprendedoras”.
La alcaldesa ha tendido la mano a “todas las administraciones para defender nuestra agricultura y nuestro futuro, ya que es una realidad que el sector de la agricultura pasa momentos difíciles, con la batalla que tiene abierta con las diversas OCM que se han aplicado”. “Las administraciones, por tanto, debemos facilitar el camino a este sector y no convertirnos en un obstáculo para el desarrollo y dinamización del medio rural”.
Por su parte, Susana Sánchez Toro, ha explicado que “con esta Guía queremos poner nuestro granito de arena para promocionar nuestra tradición culinaria de gran arraigo en torno a nuestros caldos, combinando desde la alta restauración, hasta la faceta más ligada al campo, como los mostos.”
“Este producto de información turística georreferenciada, de calidad e innovador, pretende facilitar a los turistas que visitan nuestra zona el mejor conocimiento y acceso a los recursos y establecimientos que existen en el territorio y que se conocen como mostos, ventas y ventorrillos”, ha destacado la presidenta del GDR.
La Guía presentada hoy es el resultado de un trabajo de campo desarrollado desde el GDR para conocer la situación real de las ventas y mostos ubicados en su zona de actuación (Jerez, El Puerto y Puerto Real), con el fin de mantener su tradición, dotándola de un nuevo sentido turístico-patrimonial.
Estos establecimientos tradicionales son un ejemplo de turismo sostenible que combina la preservación de las señas de identidad del territorio mediante un aspecto que define su ruralidad y conforma su imagen: el enológico.