Pretenden parar la venta que está haciendo el banco a otros compradores para que estos demanden al banco.
La operación es, sobre el papel, en legítima defensa, si no fuera porque los perjudicados por la quiebra de la promotora Aifos pretenden que terceras personas ajenas al conflicto original pasen el mismo calvario que el que están pasando ellos.
Según una nota de prensa remitida por la Asociación de Afectados de Cala de Sol (Acasol), los pisos más cercanos a Gallineras que están sin terminar pero que están en vías de terminación, al incumplir Banesto los acuerdos firmados con Aifos, administradores concursales y la propia Acasol, de respetar las hipotecas prevista en sus contratos, la promotora Aifos pretende retomar las demandas judiciales que había paralizado a petición de los compradores, para que pudieran alcanzar el acuerdo que ahora se incumple.
Ese acuerdo, como se ha informado repetidamente, consistía en que los compradores originales tendrían que pagar un plus por sus casas, lo que se añadía a la bajada del precio de la vivienda desde que ellos las compraron hasta ahora, pero a cambio no perdían el dinero invertidos, en muchos casos entre 60.000 y 100.000 euros.
Sin embargo, la última operación denunciada por Acasol es que ,Banesto/Mesenas/Sodinur, han puesto, estas viviendas de nuevo a la venta, "ante la impotencia de los primitivos compradores", por lo que Aifos está ultimando interponer un "Incidente Concursal" contra Banesto, que en caso de prosperar, podría poner el inmueble de nuevo en manos de la promotora que empezó las viviendas y entregarlas a sus compradores. Los de Acasol, no los nuevos que están suscribiendo o han suscrito operación de compraventa con Banesto.
Eso supondría meterle un caballo de troya al banco, por cuanto desde Acasol estiman que los nuevos compradores podrían verse sometidos a una larga batalla judicial tal y como la que están soportando la Asociación de Afectados de Cala del Sol. Sin embargo, para que todo eso ocurra las viviendas tienen que pasar de nuevo a manos de Aifos, algo que aún no ha ocurrido. Y eso en el caso de que no se trate de una operación para evitar que sigan llegando compradores a Banesto sabiendo lo que les puede caer encima.