Carmen significa en latín poema o canto pero, si nos referimos al nombre, significa jardín y proviene del árabe. El Puerto de Santa María siempre ha sido una ciudad marítima y marinera muy apegada a sus tradiciones.
Debido a la gran presencia que ha tenido la pesca y la vida en el mar en esta bendita tierra, ya sea por sus pescadores, por sus marineros, por sus armadores o por sus rederos, la devoción a la virgen marinera es algo innegable. Desde finales del siglo XIX la imagen que realiza la procesión terrestre sale cada 16 de julio.
En 1930 se agrega la procesión marítima con la imagen de la Señora que se encuentra en el Convento del Espíritu Santo, la cual era para mí un lujo verla pasear por la Bahía y por la desembocadura del Guadalete montada en el Bonanza.
Afortunadamente volvemos a poder disfrutar de ella en la calle, en la procesión del Corpus, presidiendo un altar en la Plaza de Juan Gavala. La Hermandad en la ciudad se nota como año tras año mejora su salida en la calle y como gana en presencia y prestigio, tanto por la belleza de la imagen como por los hermanos y ciudadanos.
El clima en julio, y los turistas, hacen que la gente se anime y replete el recorrido para ver la bendición de las aguas y las calles. La virgen marinera antiguamente era cargada a hombros por los marineros de este río en una parihuela; actualmente una cuadrilla de jóvenes corazones costaleros La pasean desde San Marcos hasta sus Madres Concepcionistas.
A mi parecer, la hermandad -con el grado de desarrollo que está tomando- debería luchar por dos proyectos de futuro. El primero sería que el Ayuntamiento declarase a la imagen como copatrona de la ciudad y el segundo que fuera bajo un maravilloso palio marrón carmelita. ¡Viva la Virgen del Carmen!