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La tribuna de El Puerto

lreducción al absurdo

La reducción al absurdo es una técnica empleada en lógica pura que consiste en demostrar que una idea es cierta porque de no ser así, lo contrario sería evidentemente falso

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La reducción al absurdo es una técnica empleada en lógica pura que consiste en demostrar que una idea es cierta porque de no ser así, lo contrario sería evidentemente falso. En definitiva, como dos planteamientos contradictorios no pueden ser ciertos, si se demuestra que uno es falso, se prueba que el otro es verdadero. Maravillosamente sutil ¿no les parece?

El grupo popular tuvo que convocar un pleno de urgencia para que se depurasen responsabilidades políticas, ante el silencio cómplice del régimen tripartito, por el despilfarro de dinero público de 120.000 euros por la fallida construcción del centro de protección animal.

En este pleno, la Sra. Marín (Levantemos) en su habitual tono político faltón, sectario y destilando odio por todos sus poros, intentó demostrar, sin éxito y usando la técnica de la reducción al absurdo, que el gobierno anterior mentía y que ella tenía razón cuando doblegó a sus socios de gobierno a retirar de un pleno la construcción de las instalaciones del nuevo parque de jardines, so pretexto, de ahorrar 300.000 euros de dinero público.

Esta nueva nave aún no se ha construido, y a partir del mes de mayo, su no construcción le podría llegar costar al Ayuntamiento alrededor de 40.000 euros de alquiler que habrá que abonar a la concesionaria del servicio.

Esta premisa a la que se agarra la Sra. Marín (Levantemos), para no asumir su responsabilidad política y presentar su dimisión, es sencillamente falsa.  A la Sra. Marín (Levantemos), le da exactamente igual que se haya despilfarrado dinero público. Su único objetivo es destruir todo lo que provenga del gobierno anterior al coste que sea.

La Sra. Marín (Levantemos) tendría que pensar en las cosas que dice y hace, porque debería calibrar las consecuencias que sus acciones u omisiones conllevan para todos los portuenses. Ya no está en una plaza ni detrás de una pancarta aunque se siga poniendo camisetas y pegatinas en el pecho.

Pero el despilfarro de dinero público no se queda en los 120.000 euros que ya han dilapidado. A esta cantidad habrá que sumarle, el coste de reponer a su estado original el terrero construido, el lucro cesante y la indemnización de daños y perjuicios a la empresa constructora. Además, no tienen ni la más remota idea de ¿Cuándo?, ¿Dónde? , y ¿Cómo? se construirá un centro de protección animal que han ofrecido a las protectoras de animales, que ya no creen en sus promesas. ¿Dónde esta el supuesto ahorro Sra. Marín? Suma y seguirá…

Pero el Pleno dejó clamorosos silencios. Es indignante que el Sr. Chacón (IU) no tuviese la valentía política de hablar por sí mismo para reconocer su error. Silencio del Alcalde que tras acusar a los técnicos de haberlos inducido a este error, no les pidió disculpas.

Papelón del grupo Ciudadanos que después de llegar a la conclusión de que ha sido un error político, se abstuvo a la hora de pedir que las responsabilidades políticas se tradujeran en dimisiones. Un nuevo guiño político entre la Sra. Gómez (¿?) y el régimen tripartito.

Reducción al absurdo del Alcalde cuando espetó a la oposición que el pleno solo servía para desgastar al Gobierno. Visto lo visto, recomendaría a la oposición que abandonara su bancada porque el régimen tripartito  se desgasta y se hace oposición a sí mismo.

Nueva reducción al absurdo del Alcalde que llega a hablar de la ilegalidad del centro de protección animal en las Viñas, comparándolo con la posible ilegalidad del proyecto anterior. ¿Ésta el Alcalde, quizás, reconociendo posibles irregularidades?

Como  conclusión, ni la Sra. Marín (Levantemos), ni el Sr. Chacón (IU), ni la Sra. Ojeda (PSOE) tienen la dignidad y la honestidad política de admitir su responsabilidad presentando sus dimisiones. Al final quien termina asumiendo directamente estos errores somos los portuenses. 

Disfruten lo votado.

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