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Viernes 19/04/2024  

La alianza

La degradación moral de esa alianza de intereses es tal que si prospera el próximo 26-J seguiremos instalados en la indecencia

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El PP tiene ya su estrategia electoral bien pergeñada para repetir de nuevo como primera fuerza política y lograr que Rajoy consiga la investidura. Esta pasa por ningunear a Pedo Sánchez y al PSOE y dar por seguro que Unidos Podemos superará a los socialistas en votos y escaños. De esta forma, Rajoy y los suyos buscan pescar votos fomentando el miedo el frente de izquierdas que capitanea Pablo Iglesias. Ni que decir tiene que los principales caladeros de este trasvase serían el PSOE y Ciudadanos, entre cuyos militantes hay muchas reticencias a Unidos Podemos.

Esta estrategia popular cuenta con el apoyo de la mayoría de los medios de comunicación, que están sudando la camiseta más allá de sus líneas editoriales –algunas encuestas son un buen reflejo de esa parcialidad sin complejos que se practican a diestro y a siniestro- para que el PP siga en el poder. 

En este sentido, la opinión publicada solo es reflejo de la debilidad económica que acompaña a sus principales actores, que ven en la continuidad de Rajoy el único asidero para sobrevivir financieramente en los próximos años. Para ellos, un Gobierno de izquierdas con el apoyo de los nacionalistas es en todos los casos una mala noticia. Y no es por la deriva territorial que supondría, con los problemas catalán y vasco adquiriendo otra dimensión, es simple y llanamente porque supondría el fin a la compra de medios de comunicación con dinero público que hemos vivido durante estos años de crisis económica. 

Esta estrategia, que esconde una alianza entre el PP y la mayoría de los medios de comunicación, tiene lógicamente su propio talón de Aquiles: la opinión pública no coincide con la opinión publicada.

Así las cosas, para la mayoría de españoles, el PP no debe seguir al frente del Gobierno tras haber protagonizado cuatro años de recortes de derechos y libertades, tras chulear y gobernar de espaldas a la calle, tras protagonizar una etapa de saqueo y corrupción que no parece tener límites –y eso que tiene el control judicial y policial-, tras dejar que el problema catalán nos estalle en las narices por conveniencia electoralmente en el resto de España, etc.

Y eso no lo tapan ni utilizando la crisis de Venezuela contra Unidos Podemos ni aireando la falta de unidad contra el PSOE. La degradación moral de esa alianza de intereses es tal que si prospera el próximo 26-J seguiremos instalados en la indecencia por los siglos de los siglos. 

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