Una de las víctimas, de sexo femenino, pudo levantarse con rapidez sin heridas de gravedad, mientras que el caso de su hermano sí revistió algo más de gravedad al encontrarse éste en estado de conmoción, lo que le impidió moverse por sí mismo. El impacto provocó que tanto la madre de los pequeños como algunos de los testigos se vieran invadidos por el nerviosismo.
El suceso pudo ser mucho más trágico sí el vehículo no hubiera circulado a una velocidad relativamente lenta y si las personas implicadas no hubieran actuado con celeridad. Según testigos presenciales, la madre y sus dos hijos se subieron al coche que causó el accidente y abandonaron el lugar con dirección al hospital.
Varios testigos de los hechos contactaron con este periódico para expresar su “indignación” ante el hecho de que la Policía Local no se encontrara allí en ese momento. Desde el Ayuntamiento aclaran que “la policía estuvo como siempre controlando el tráfico para evitar accidentes, pero que éste se produjo después de la hora habitual de salida”, cuando los agentes concluyeron su misión. Una testigo que responde a las iniciales de M.L.G sostiene que “el paso de cebra está situado en un lugar peligroso porque desde hace poco hay coches aparcados en batería que impiden a los conductores observar si hay peaotones”. Asimismo añade que “éstos también tiene difícil visión”.
