Aunque la enfermedad de Alzheimer es la más común, no es la única causa degenerativa de demencia. Existen otras formas, entre ellas una conocida como DFT (siglas de demencia frontotemporal). Se denomina así por la localización de los lóbulos afectados,situándose en la región anterior y en ambos laterales de nuestro cerebro.
Aunque ya desde hace muchos años esta enfermedad es conocida en el ámbito científico, recientemente ha tomado protagonismo en nuestra sociedad, debido a que el famoso actor Bruce Willis la padece. Es habitual que, cuando un personaje público sufre una dolencia de este tipo, los medios periodísticos se hagan eco de la noticia, haciendo que su conocimiento y conciencia social tomen una mayor relevancia. En esta demencia, la DFT, se afecta de forma progresiva la personalidad, el comportamiento y el lenguaje. Es habitual que muchos de estos pacientes sean “etiquetados” erróneamente de problemas psiquiátricos,y su diagnóstico se retrase por este motivo. La media de tiempo habitual, hasta que se pone nombre a esta afección, es de más de 3 años desde los primeros síntomas.
Dentro de las DFT existen distintos subtipos. Una de ellas es la forma llamada variante conductual, en la que los pacientes muestran comportamientos sociales inapropiados, desinhibidos, actúan sin decoro, emprenden acciones precipitadas, o por decirlo de algún modo….“sin freno ni reflexión”. También manifiestan cambios en el hábito alimentario, con los típicos “atracones” de comida, así como disminución del interés por las relaciones sociales, y una mayor dificultad para solucionar problemas cotidianos y tomar decisiones. Otra es la llamada afasia progresiva primaria,que es la que probablemente padece nuestro querido protagonista de “Luz de Luna”, “La Jungla de Cristal “y “Sexto Sentido”.
En este tipo, la afectación del habla es lo más característico, provocándoles serias limitaciones para entender y emitir lenguaje de forma hablada y escrita. Existen algunas otras variantes más,que afectan a la capacidad para caminar, mantener la postura o el equilibrio. Y aunque aún nos queda mucho por entender, en todas estas enfermedades, reconocer estos síntomas, es importante para poder abordar correctamente los problemas asociados a esta dolencia, y las alteraciones que generan en quienes la padecen y su círculo cercano. Si queremos que la ciencia avance más rápido, y que podamos cambiar la evolución de los problemas, debemos sumergirnos en ellos y conocerlos, para investigar terapias que nos permitan tratarla de una forma más eficaz.
Desgraciadamente hay “muchos otros Bruce”, anónimos, que luchan cada día contra esta enfermedad, pero les reconfortará saber que, el Sr. Willis, les animará a entonar con él su conocido lema cinematográfico “Yippee ki yay”, mientras mira desafiante e impasible a su enemigo número uno, la demencia frontotemporal.