La organización no gubernamental Manos Unidas ha obtenido el premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2010 por “su apoyo generoso y entregado a la lucha contra la pobreza y en favor de la educación” en más de sesenta países a lo largo de sus cincuenta años de existencia.
Manos Unidas, que destinará los 50.000 euros de dotación del premio a un nuevo proyecto para la reconstrucción de Haití, llegó a las últimas votaciones del jurado junto a la Organización Internacional del Trabajo y a la dirigente de la oposición democrática birmana Daw Ang San Suu Kyi, Nobel de la Paz en 1991.
El acta del jurado, a la que este miércoles dio lectura su presidente y jefe del Ejecutivo asturiano, Vicente Álvarez Areces, destaca además su contribución en los últimos años “en proyectos específicos cuya meta es combatir el hambre y reducir la mortalidad materna en el mundo”.
La candidatura había sido propuesta por la Conferencia Episcopal Española y más de seis mil personalidades de todos los ámbitos sociales –la cultura, el deporte, la música, la política,...–, además de misioneros, obispos y superiores de comunidades religiosas de todo el mundo le trasladaron su apoyo.
Su presidenta, Myriam García Abrisqueta, ha agradecido “de corazón” a todos los que colaboran y trabajan para mejorar la calidad de vida de quienes viven “situaciones injustas” y ha asegurado que el premio es “un honor, una responsabilidad y un estímulo” para seguir trabajando donde haya “una persona que pase hambre”.
Surgida en 1960 al amparo de la primera campaña contra el hambre que se organizó en España, por iniciativa de un grupo de mujeres de Acción Católica Española y en respuesta a una llamada de la FAO a nivel mundial, Manos Unidas se ha convertido en una de las organizaciones no gubernamentales más activas y con mayor presencia allí donde la pobreza causa más estragos.
Más de 25.000 proyectos solidarios financiados por Manos Unidas en más de 64 países de Asia, África, América y Oceanía, dan cuenta de su empeño por combatir la pobreza, el hambre y la desigualdad en el mundo, un objetivo en torno al cual la ong logró reunir el año pasado a más de 4.500 voluntarios, en su mayoría mujeres, que en las campañas de Navidad pueden llegar a los 150.000.
Unos ochenta mil socios soportan el trabajo de la organización con su fidelidad incondicional, y con un apoyo económico que supone el 77,7% de sus ingresos, frente al 22,3% procedente de instituciones públicas.
En 2009, según datos de la propia organización, tanta solidaridad se tradujo en más de 54 millones de euros recaudados, de los cuales el 92,1% se destinaron a financiar proyectos.
También muchas empresas contribuyen al soporte económico de la ong, receptora en todo este tiempo de numerosas herencias y legados de socios benefactores. Además, en febrero, todos los años se celebra una colecta entre los fieles de las parroquias españolas, dinero que va destinado a la caja de la organización.
Su modus operandi consiste no tanto en desarrollar proyectos propios como en financiar aquellos que ofrecen garantías de desarrollo y continuidad en el tiempo, en áreas como la agricultura, de carácter social, cultural y educativo, sanitario y, además, de promoción de la mujer.
El galardón de la Concordia, al que optaban 34 candidaturas de 19 países, es el último de los ocho Premios Príncipe de Asturias que se conceden este año, en el que cumplen su trigésima edición.
Los Príncipes de Asturias han felicitado personalmente a la organización por la concesión del premio, que lleva el nombre del Heredero de la Corona.
En un telegrama remitido por Don Felipe y Doña Letizia a la presidenta de Manos Unidas, Myriam García Abrisqueta, destacan el “apoyo generoso y entregado” de la organización a “la lucha contra la pobreza y en favor de la educación en más de sesenta países a lo largo de sus cincuenta años de existencia”.
Varias organizaciones humanitarias han coincidido en celebrar el premio Príncipe de Asturias a la Concordia concedido a Manos Unidas porque reconoce la labor de este tipo de organizaciones que ayudan a las personas y porque “se lo merece”.
Marisa Salazar, directora de Comunicación de Cáritas, aseguró a Efe que lo han celebrado “muchísimo porque es un reconocimiento triple a una organización hermana”, con la que coinciden en muchos ámbitos “y que está haciendo un trabajo increíble”.
Consuelo Crespo, presidenta de Unicef España, dio “la enhorabuena” a Manos Unidas por “este reconocimiento que seguro servirá de estímulo para seguir trabajando en pro de los derechos humanos y del cumplimiento de los objetivos del milenio”.
Unicef se hace “partícipe de esta satisfacción” en su condición de organización humanitaria.