El hallazgo es fruto de una investigación llevada a cabo a escala comunitaria con la colaboración de las autoridades nacionales, y según la cual el 60% de las ventas en línea de entradas para actos culturales o deportivos de la Unión Europea entrañan algún tipo de incumplimiento de las normas.
En toda la UE, Noruega e Islandia, se han analizado 414 sitios, de los que sólo 167 –un 40%– se ajustaban a las exigencias comunitarias.
En España, el Instituto Nacional de Consumo revisó la situación de 40 páginas, veintiocho de las cuales no cumplían la legislación europea (diecisiete fueron casos nacionales y once transfronterizos).
Los principales problemas que se identificaron fueron: precios engañosos (74%), términos y condiciones de venta improcedentes (73%) e información incompleta sobre el vendedor (48%).
De los 29 países que llevaron a cabo la investigación, siete fueron aún más lejos y completaron el análisis con controles adicionales, como llamar a la compañía para comprobar si vendía entradas intransferibles sin avisarlo o para eventos inexistentes.