Después de muchos meses de silencio, el diestro Juan Antonio Ruiz ha decidido aclarar ciertas informaciones que se han producido a raíz de su ruptura matrimonial con Patricia Rato
Tras los continuos comentarios que el transcurso de su divorcio con Patricia Rato está provocando, el torero Juan Antonio Ruiz Espartacopor fin ha roto su silencio enviando un comunicado a los medios de comunicación en el que expresa, sin tapujos, su verdad. Poco después, la otra parte de esta historia, Patricia Rato, ha sido preguntada por los periodistas pero ella ha preferido ser más discreta.
Después de muchos meses de silencio, el diestro Juan Antonio Ruiz ha decidido aclarar ciertas informaciones que se han producido a raíz de su ruptura matrimonial con Patricia Rato. "Siempre he procurado guardar la mayor discreción sobre mi vida privada", comienza escribiendo Espartaco.
"Hoy, ante la utilización interesada y manipulada que se está haciendo de mi privacidad, voy a romper mi norma de silencio por una vez -y espero que única- para aclarar determinadas cuestiones sobre las que nunca creí que tuviera que dar explicaciones", continua diciendo el torero.
A partir de aquí Juan Antonio comienza a explicar punto por punto las siete cuestiones que él considera más importantes en toda esta historia. En la primera recalca que está "casado con Patricia Rato en Régimen de Separación de Bienes desde el 8 de julio de 1991" pero en el siguiente apartado recuerda que las dificultades con su todavía mujer "no son nuevas". De hecho, el 4 de mayo de 2005, firman la separación de mutuo acuerdo.
Después continua diciendo que el 15 de febrero de 2010 firman "otro documento, en este caso privado, que poco difería del de cinco años atrás. Como novedad, se hacía referencia a 'unas posibles donaciones' que yo le haría a mi mujer". Esto surgió a raíz de la última propuesta del torero por salvar su matrimonio.
Pero Espartacose dio cuenta de que las 'alegadas donaciones' "tenían como finalidad única la de tranquilizar a los padres de mi mujer sobre mis buenas intenciones", algo que el diestro nunca entendió puesto que las relaciones con sus suegros siempre habían sido estupendas. "Naturalmente cuando a los pocos días me avisaron que había sido presentado unilateralmente en el Juzgado y alegando un consentimiento que nunca presté, me sentí engañado y me negué a ratificarlo", dice Juan Antonio.
SIN SOLUCIÓN
A partir de ese momento, Espartacollegó a la conclusión "dolorosa entonces de que nuestro fracaso matrimonial no tenía solución. Actitudes posteriores en las que no quiero entrar ahora y espero no tener que hacerlo nunca, me lo han confirmado con creces". El torero, además, dice que actualmente existe una demanda de divorcio que le ha presentado su todavía mujer a la que él ha respondido debidamente y cuya resolución espera con ansiedad antes de que finalice el año.
En el punto número cinco, Juan Antonio Ruiz asegura que jamás ha abandonado a su familia y mucho menos a sus hijos. "Nunca he vendido a ningún medio de comunicación ninguna exclusiva periodística ni he cobrado jamás un solo céntimo por asistir a cualquier programa de televisión. Nunca", añade.
Y es que su popularidad se la debe a su profesión de torero a la que siempre ha procurado respetar y ceñirse para lograr una "vida serena y sin complicaciones". Espartaco lamenta que en los últimos meses se haya pretendido quemar su imagen y prestigio "en la plaza pública, en un juicio paralelo fundamentado en mentiras y, repito, filtraciones falsas, interesadas y actitudes hipócritas, sin otro fin que el de crear una víctima y un verdugo", cuando sólo hay "un matrimonio roto".
"MI VIDA ES MÍA, COMO LA DE PATRICIA ES SUYA"
Pero lo que de verdad siente el diestro es "el daño añadido que se le ha hecho a personas inocentes y todavía fácilmente manipulables desfigurándoles una realidad ya de por sí bastante complicada". Ahora Juan Antonio sólo espera que dejen de seguirle los detectives con sofisticados aparatos y artilugios colocados en su coche para saber dónde está en todo momento porque lo único que quiere es que le "dejen vivir en paz y libertad".
El comunicado termina: "Oficialmente mi mujer y yo llevamos cinco años separados y, por si fuera poco, estoy sometido a una demanda de divorcio en un juzgado de Sevilla. Si salgo o dejo de salir con quien yo quiera creo que es mi derecho y a nadie tengo que rendirle cuentas. Salvo a mis hijas, que lo haré cuando pueda y crea conveniente (...) Mi vida es mía, como la de Patricia es suya".
La todavía esposa de Espartacose resistió a hacer cualquier comentario sobre el comunicado que el torero había enviado a los medios de comunicación. "No voy a decir nada por respeto a mi misma y por respeto a los 21 años que he vivido con Juan. No diré nada ni ahora ni en un futuro, digan lo que digan", fueron las únicas palabras de Patricia Rato.