Ha habido que esperar ni más ni menos que 24 jornadas para que los amarillos sean capaces de ganar dos partidos seguidos. Muy lejos del objetivo inicial, el equipo que ahora entrena Raúl Agné al menos ha conseguido poner algo de distancia respecto a la zona de descenso en la que hasta hace poco se encontraba inmerso.
Con dos triunfos consecutivos por la mínima, la defensa ha recuperado la confianza necesaria para afrontar el tramo final de una liga en la que los gaditanos aún no han dicho la última palabra.
En condiciones normales sería de locos hablar de las primeras plazas, pero la igualdad existente en un grupo muy mediocre hace que, pese al pésimo balance cadista (8 victorias, 6 empates y 10 derrotas), el cuarto clasificado esté situado tan sólo a ocho puntos de distancia.
“Poco a poco vemos que somos capaces de mejorar”, asegura Raúl Agné, para quien “ahora hay que disfrutar de la victoria, vamos a estar con los pies en el suelo y veremos qué sucede con el paso de las jornadas”.