“Sigo esperando desde el pasado 2 de noviembre a que alguien me responda a la petición de entrevista con el alcalde”, declaraba ayer a este medio el portavoz del Baratillo de los domingos, Antonio Hidalgo.
Son muchas las familias de Cádiz que se han visto abocadas a hacer uso de esta iniciativa para hacer frente afrontar los malos momentos económicos. La venta de ropa, utensilios y demás enseres de segunda mano “ te puede dar opción a tener dinero para subsistir a lo largo de la semana “, declara una de las familias que acude cada domingo al entorno de la plaza de la Libertad.
A finales del pasado mes de octubre, los vendedores del Baratillo sufrían el aumento de los controles policiales, lo cual frustraba las intenciones de ingresos de muchas de las familias que se encuentran en pésimas condiciones económicas.
Por eso, el portavoz del mercadillo de los domingos, Andrés Hidalgo, puso en marcha la maquinaria y decidió acudir al Ayuntamiento parasolicitar que se amplíe el número de licencias. Su intención es ayudar a sus compañeros y “legalizar la situación de aquellos que no cuentan con el permiso municipal”, pero “a pesar de que nos pidieron paciencia, seguimos sin tener respuesta ni de la concejala de Consumo, Laura Jiménez, ni del propio alcalde”, al que le solicitaron una entrevista para abordar la situación.
Según relató Hidalgo, en febrero, la concejala de Consumo “nos pedía un mes de plazo para incrementar las licencias con las personas que había en lista de espera”. El portavoz asegura que en estos momentos hay licencia para un centenar de puestos y hay unas “90 personas esperando a que se amplíe el cupo, porque hay mucha necesidad”.
El Ayuntamiento de Cádiz otorga licencias para el mercadillo con la intención de tener un censo sobre el número de puestos y un control. Dicha autorización no supone ningún coste para el vendedor, según explica Andrés Hidalgo.
El colectivo lleva más de nueve meses esperando a que desde el Ayuntamiento nos digan algo y por el momento “seguimos sin respuesta municipal”.
Ya ha solicitado en otras ocasiones una cita con Jiménez y “al parecer se ha despreocupado”, incluso a pesar de haber entregado “un proyecto de cómo podrían ir ubicados los puestos, los espacios y la situación de los establecimientos del entorno”, apunta Andrés Hidalgo.
El portavoz de los vendedores del Baratillo de los domingos pide un aumento del mercadillo para que sea similar a los que hay en otros municipios como Chiclana.
En noviembre, desde el Ayuntamiento afirmaban que Jiménez “está trabajando” en este asunto. Se está viendo “las posibilidades que hay para ampliarlo, si sería necesario cambiar el diseño de los puestos o si habría que buscar una nueva plaza o calles por el entorno”, matizaron las citadas fuentes municipales.
Asimismo, desde “el Consistorio tenían previsto ponerse en contacto con los representantes de los vendedores ambulantes, así como estudiar con los comerciantes del entorno las posibilidades existentes”. Eso fue a principios de noviembre y por el momento no ha habido ninguna llamada.