El presunto asesino de María del Mar S. fue trasladado ayer desde la prisión algecireña de Botafuegos, según confirmaron ayer fuentes penitenciarias.
El joven J. Alejandro M., de 23 años, se encontraba en situación de prisión preventiva en el penal de Algeciras tras declarar el sábado pasado en el juzgado algecireño que instruye el caso.
Las fuentes consultadas aseguran que el traslado del presunto autor del navajazo que acabó con la vida de la vecina del Parque Bolonia, de 56 años, tuvo lugar a petición del propio centro penitenciario, para garantizar la seguridad del joven.
Sin embargo, las fuentes reseñaron que, por el momento, no había sufrido ningún percance en el penal dado que se encontraba en régimen de protección especial, tal y como adelantó este diario.
Autolesión
No obstante, y si bien durante los primeros días el preso estuvo sólo en una celda, durante sus últimos días en Botafuegos convivió con otro interno como medida de precaución dentro de un determinado protocolo de actuación contra los suicidios.
Dicho protocolo comenzó a aplicarse después de que, en esta misma semana, el joven intentase autolesionarse en una de sus muñecas poco después de un relevo. Tras avisar él mismo a los funcionarios, fue atendido en la enfermería y el médico de la prisión decidió su traslado preventivo a un centro hospitalario, donde fue atendido sin mayores consecuencias.
En base a las informaciones recibidas, el traslado de J. Alejandro M. se produjo a una de las prisiones de El Puerto de Santa María, y en principio allí permanecerá hasta el juicio.
El ataque que acabó con la vida de María del Mar S. tuvo lugar el miércoles 9 de mayo por la mañana, cuando la mujer volvía de hacer la compra. Su agresor le abordó en el interior del portal, e intentó robarle supuestamente un colgante que al parecer tenía la foto de su hijo fallecido.
Tras defenderse María del Mar, su agresor le asestó supuestamente una puñalada en el cuello que produjo una grave hemorragia. La llegada posterior de los servicios sanitarios no pudo impedir el fatal desenlace. La detención de J. Alejandro M. tuvo lugar poco después tras atrincharse éste en un trastero de La Reconquista.
