El comité de empresa de la Almadraba de Tarifa ha expresado su “descontento y preocupación ante unas cuotas del atún rojo que son bajas aún para el desenvolvimiento normal” de su trabajo. Lo hace ante “los pobres resultados obtenidos en el ICAAT celebrado en Portugal”, donde, “en contra de todos los criterios, se ha optado por mantener las cuotas acordadas en 2014”.
Admiten que “si bien es cierto que la subida experimentada aliviará en parte nuestra situación, nos condena un año más a recortes salariales y a continuar con la ya de por sí ajustada plantilla”.
Sostienen que las dificultades de las almadrabas “no han dejado de empeorar” desde el “brutal recorte de la cuota en un 60%” hace varios años y denuncian que los descensos en las plantillas aumentan la siniestralidad.
“Hemos afrontado con resignación las dificultades”, apuntan, a la espera de un nuevo aumento que “tarda en llegar” y su deseo es “continuar con nuestro trabajo a cambio de obtener un salario justo que permita a nuestras familias una existencia digna”, pero para ello requieren “que las almadrabas dispongan de una cuota justa”.
Por ello instan al Gobierno a “un reparto razonable del fondo de maniobra, para que podamos beneficiarnos de él aquellos que estamos haciendo los mayores esfuerzos y nos sean devueltas las cuotas que históricamente nos pertenecen” y a que aplique “lo que dicta el Reglamento Comunitario de Pesca 1380, que en su artículo 17 insta a favorecer con todo tipo de medidas la pesca artesanal como modelo de sostenibilidad”.
Por último, indican que son los propios almadraberos “los más preocupados en conservar esta fuente de riqueza que son los atunes; no en vano fuimos los que en su día dimos la voz de alarma y ahora volvemos a alzarla para decir que los estamos viendo por millares en un observatorio tan privilegiado como es la almadraba”.
