El alcalde, José Ignacio Landaluce, y la teniente de alcalde delegada de Igualdad y Bienestar Social, Paula Conesa, han recibido esta mañana a representantes de la Fundación Cruz Blanca, que dirige Raquel Ameijeiras, quienes le han trasladado la noticia de que la Junta de Andalucía publicó ayer la resolución definitiva sobre el reparto de las ayudas procedentes de los fondos del 0,7 por ciento del IRPF y que mantiene el recorte económico a esta entidad de más del 80 por ciento. Dicha resolución supone que no se ha estimado el recurso presentado por Cruz Blanca y que mantiene el reparto original, siendo actualmente muy difícil que haya cambios en las asignaciones.
Conesa manifestó que “se cumplen los peores augurios”, y que ahora hay que empezar a trabajar para hallar soluciones a la situación porque Cruz Blanca no puede desaparecer. “El Campo de Gibraltar no tiene albergue, y no podemos quedarnos sin este servicio porque Cruz Blanca esta cubriendo la parte que la administración competente no está haciendo, y que menos que lo pueda financiar”, indico.
La delegada explicó que en la reunión se habían expuesto algunas líneas de trabajo “que hay que poner en marcha en tiempo record”, y que se van a recabar todas las ayudas e ideas para que este servicio se pueda seguir prestando.
En estos días, el alcalde va a mantener contactos con entidades públicas y privadas para pedir su colaboración, y se va a convocar una reunión urgente de la Junta de Portavoces para hacer partícipes de la situación a los representantes de los partidos políticos de la corporación, y ver entre todos que soluciones se pueden arbitrar.
Por su parte, la directora de Cruz Blanca, Raquel Ameijeiras, expresó su desencanto por la mala noticia, pero a la vez su decisión de salir adelante. “Esperábamos alguna variación, por pequeña que pudiera ser, y nos hemos encontrado con que no ha sufrido cambio alguno la asignación”, manifestó.
La directora se mostró dispuesta a seguir trabajando, buscar alternativas, y ver otras posibilidades de financiación. “Desde luego la voluntad de trabajo y la lucha por mantener el servicio siguen vigentes, porque nos dedicamos a la exclusión social, a personas sin hogar, y pase lo que pase no vamos a dejar a esas personas de lado”, manifestó.
Según explicó, de momento la Cruz Blanca se encuentra en fase de remodelación. “Hay doce personas que han dejado de trabajar en sus proyectos sociales, estamos con la reconstrucción de ver cómo podemos cubrir el servicio, ya que hay una normativa vigente que hay que respetar con unas ratios de profesionales que no se pueden eliminar”, explicó. Además, se están valorando alternativas para necesidades tan básicas como alimentación, productos de higiene o bombonas, todos ellos productos de primera de nuestras necesidades. “Vamos a seguir al pie del cañón y luchando por ello, estamos viendo cómo podemos pasar de este momento”, concluyó.