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Campo de Gibraltar

De falso escolta de la Casa Real a hijo de Satán

El líder de la secta satánica desarticulada en Los Gallos es un estafador sin escrúpulos

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  • Cartel con la fotografía del presunto líder de la secta, Carlos Javier Rojas, que distribuyeron afectados por sus estafas en San Fernando hace unos años. -
José, Cristina, Antonio, Rosa, Julio, José Manuel, Eduardo. Son sólo algunas de las más de veinte personas -aunque podrían haber muchas más- que han sido estafadas en estos últimos años por Carlos Javier Rojas, el cabecilla de la secta satánica. El historial delictivo de este individuo, de 34 años, es largo. Muy largo. Le constan más de 20 detenciones por falsificación documental, malos tratos físicos en el ámbito familiar, abuso sexual, amenazas, resistencia, secuestro, entre otros motivos.

Su delito estrella, las estafas. Cometió más de una veintena durante el tiempo que regentó un concesionario de compra-venta de coches de lujo en San Fernando, Autos Desi. Se quedaba con la señal económica -a veces millonaria- que le daban sus clientes y nunca llegaba a entregarles el vehículo. Las denuncias por este motivo se sucedían en la Comisaría.

Pero antes de que la Policía pudiera darle caza, huyó de la ciudad. Se fue a Palma de Mallorca y allí cambió de identidad y llegó a hacerse pasar por escolta de la Casa Real. Tiró de una placa falsificada para arrendar una vivienda o incluso para alquilar una película en un videoclub. Mientras, en San Fernando comenzaron a aparecer carteles que advertían de su actividad y en los que, entre otras cosas, se podía leer: “Carlos Javier Rojas Luna. Se busca. Por estafador y sinvergüenza. Se recomienda manténgase alejado de este individuo por la seguridad de su bolsillo. Tampoco acuda a Comisaría para denunciarle porque también tiene en el bolsillo a algunos agentes. No me tire a la basura, póngalo en un lugar en el que lo pueda leer otra persona”. Al parecer, Carlos Javier alardeaba ante las víctimas de tener contactos en la Comisaría isleña para evitar que le denunciaran y de ahí lo que que figura en las líneas anteriores.

Al margen de estos panfletos también comenzaron a aparecer en los foros de internet comentarios de los afectados en los que aseguraban que se tomarían la justicia por su mano e incluso amenazaban a la propia familia del detenido.

Durante unos meses, Carlos Javier Rojas estuvo en paradero desconocido pero su obsesión por la compra-venta de coches acabó delatándole. La Policía dio con un anuncio suyo en el que intentaba vender un vehículo. Estaba de nuevo en la provincia. Los agentes contactaron con él haciéndose pasar por clientes y así acabó su fuga. Fue detenido en noviembre de 2007 y, por estos hechos, acabó en prisión preventiva. Así pasó seis meses, hasta que en mayo de 2008 quedó de nuevo en libertad a la espera de juicio.

Apenas pocos meses después volvía a la carga, esta vez como el “verdadero hijo de Satán”.
Los que le conocen aseguran que se trata de una persona “inteligente y obsesionada con los negocios”. De hecho el concesionario de coches no ha sido el único que ha tenido, ya que también tuvo durante un tiempo una empresa de construcción por la que también acabó en Comisaría.

Pero su falta de escrúpulos para estafar le llevaron incluso a vender garajes o pisos que le habían alquilado o a financiar compras a nombre de sus empleados.

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