La concejala de Turismo, Pepa Amado, y el Jefe de la Policía Local, José Manuel Vallejo, del Ayuntamiento de Conil, han mantenido una reunión en la delegación provincial de Turismo, con responsables técnicas del Servicio de Turismo y del Registro de Turismo. El objeto de la reunión era mejorar la coordinación existente entre el Ayuntamiento y la delegación provincial cara al próximo verano, en las actuaciones que la Policía Local realiza ante molestias a los vecinos en alquileres turísticos, tras lo cual, y siguiendo los pasos que se acordaron en la primera reunión, mantenida a principios del verano de 2017, tramita su notificación a la Delegación de Turismo. Ésta actúa en su ámbito de competencia, la situación de la vivienda frente al registro de turismo y el aforo de la misma.
El alcalde de Conil, Juan Bermúdez, explicó los objetivos de esta coordinación señalando que “la Policía acude a una vivienda ante un aviso de los vecinos, que son molestados por las personas que habitan en ese momento en la vivienda turística. Los Ayuntamientos no tienen competencias en materia de inspección turística, pero sí en materias relativas a la convivencia ciudadana”.
En este sentido, apunta que “de hecho el año pasado entró en vigor una ordenanza específica destinada a proteger el descanso y la convivencia, y que afecta también a las viviendas”. “Es decir, actuamos a petición de los vecinos, y por molestias causadas por los usuarios de esa vivienda” apunta el primer edil, añadiendo que “las viviendas, además, tienen un aforo máximo permitido. Es una irresponsabilidad permitir que se ocupen por más personas, y ello trae consecuencias también, sin duda, sobre la convivencia en ese edificio”.
En este sentido, Bermúdez añade que “por ello necesitamos una labor proactiva de los propietarios o explotadores de esas viviendas, que deben velar porque su actividad económica no perjudique al resto de ocupantes de las viviendas de ese edificio, impidiendo su descanso”.
Las normas de convivencia están claras en las ordenanzas, y afectan a horarios, ruidos, etc., son accesibles a todos, y es deber del propietario informar de las mismas y de los usuarios cumplirlas. Pueden incluso incluirlas en su contrato, o realizar cualquier otra labor informativa. “Todo ello en aras a proteger el descanso de sus vecinos. Si no es así, la Policía deberá actuar, y la coordinación con la Delegación de Turismo, con competencias sobre la regulación de esas viviendas, es clave para poder cumplir nuestro objetivo” informa.
Señalar que el propio decreto de viviendas turísticas posibilita a los propietarios a denegar la permanencia en la vivienda si se alteran las reglas de convivencia, y les pueden requerir para el abandono de la misma en un plazo de 24 horas. Ante los expedientes que la Policía Local de Conil manda a la Delegación, ésta tomará las decisiones oportunas, y en determinadas situaciones serán incoadas sanciones a los propietarios. “Pero insistimos en que todo se inicia por las molestias causadas a los vecinos, si esto no se da, tampoco se inician los procedimientos. El único objetivo es, pues, proteger el descanso y la convivencia de ciudadanos y turistas de Conil, que no tienen porqué soportar los comportamientos incívicos de otras personas. Y es tarea de todos conseguir que así sea” apunta el alcalde conileño.
El año pasado, tras el acuerdo con la Delegación de Turismo a principios del verano, la Policía Local remitió un total de 160 expedientes a la Delegación relacionados todos con las molestias causadas a los vecinos, además de las sanciones a los causantes del ruido, que en este caso sí son de competencia municipal.