El Córdoba se reencontró con el triunfo (3-1), después de dos jornadas en blanco, y lo hizo al remontar al Numancia para acabar con la condición de invicto de los sorianos.

Los comienzos fueron alentadores para los castellanos, quienes a los dos minutos y tras un saque de esquina botado por Julio Álvarez, por medio de Antonio Tomás establecieron el 0-1.

A los blanquiverdes les costó meterse en el partido tras el tempranero gol numantino. Sin embargo, en su primera gran ocasión Abel puso la igualada en el marcador en el ecuador de la primera parte. El sevillano logró un gol de volea desde el interior del área al aprovechar una buena asistencia desde la izquierda de López Silva.

Tres minutos después Xisco pudo dar la vuelta al marcador. El ariete balear intentó sorprender por arriba a Biel Ribas, pero el meta del Numancia despejó a córner con la punta de los dedos.

Sin jugar bien, los cordobesistas buscaron con más intensidad el gol que los sorianos en la primera parte, que se encontraron con el gol y nada más.

Tras el descanso el Córdoba salió decidido a consumar la remontada y a los dos minutos de nuevo Biel Ribas lo evitó tras otra gran volea de Abel, ésta desde fuera del área.

Pese al mayor dominio del balón, los hombres de Pablo Villa fueron perdiendo fuelle con el paso de los minutos, y a quince del final Natalio pudo marcar para el Numancia, pero Saizar metió lo justo la mano para desviar el balón que se estrelló en su poste derecho.

El Numancia "perdonó" la segunda oportunidad que tuvo en el partido y a la siguiente jugada lo pagó. Xisco hizo el segundo del Córdoba para darle la vuelta al partido tras una gran jugada en la conducción del argentino Germán Pacheco que habilitó a López Silva en la banda derecha y el onubense puso su segunda asistencia de gol en pies del balear.

El primer gol esta temporada de Xisco definió el partido, aún más cuando minutos después el Numancia se quedaba en inferioridad tras la expulsión de Akapo.

Con los sorianos buscando el empate a la desesperada, Caballero puso la sentencia en el tiempo añadido, tras un rápido contragolpe y con ello los sorianos perdieron su condición de invictos.