El delegado territorial de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta en Córdoba, Francisco Alcalde, ha informado de que durante el mes de diciembre han visitado Medina Azahara 29.876 personas, lo que supone un incremento del 50,88% con respecto al mismo mes de 2017, en que fueron 19.801 personas. Durante todo 2018, las visitas han sido 275.726, un incremento de 89.690 visitantes, un 48,21% más en relación a 2017, que fueron 186.036.
En un comunicado, Francisco Alcalde ha mostrado su "satisfacción" por estas cifras, "derivadas de la consecución del título de Patrimonio Mundial de la Unesco para Medina Azahara, fruto del trabajo realizado con éxito por la Consejería de Cultura y del apoyo recibido de todas las administraciones, entidades, instituciones y personas que se volcaron decididamente para en alcanzar esta meta".
Al respecto, el delegado ha defendido "el trabajo continuado para superar estas cifras, lo que redundará positivamente en el incremento y la excelencia del turismo cultural, factor económico de primera magnitud para Córdoba".
Cabe recordar que el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco resolvió a principios de julio de 2018, en el marco de su 42ª sesión, inscribir al Conjunto Arqueológico de Medina Azahara en la Lista del Patrimonio Mundial.
El yacimiento corresponde a una ciudad de nueva fundación erigida a mediados del siglo X como sede del Califato de Córdoba por la dinastía Omeya de occidente. La ciudad fue destruida tras un corto periodo de vida, permaneciendo desde entonces ignorada hasta su recuperación a principios del siglo XX.
El sitio presenta el valor de constituir un conjunto urbano completo que incluye sus infraestructuras, edificios, decoración y objetos de uso cotidiano, lo que permite obtener un conocimiento exhaustivo de la cultura material de una civilización desaparecida en el momento de su máximo esplendor.
Además, la excepcional preservación del entorno posibilita la recuperación de los valores paisajísticos que apoyaron la elección del lugar, así como las huellas de su impacto territorial.
La universalidad de valor cultural del sitio se ve acrecentada por su excepcionalidad al tratarse del único ejemplo conservado de una ciudad de esas características dentro del ámbito europeo y aún de ese periodo histórico en el conjunto de la cultura islámica. El ocultamiento del sitio durante casi un milenio ha permitido su mantenimiento inalterado.
El proceso de recuperación a través de su excavación y protección se ha continuado a lo largo de un siglo, promovido por las instituciones públicas. La promoción oficial, primero estatal y luego autonómica, ha garantizado la propiedad del sitio, otorgando las máximas figuras de protección, y ha impulsado la constitución de una institución específica para su gestión, el Conjunto Arqueológico, dotándolo de las instalaciones y personal adecuado.