Sin pena ni gloria, el Betis empató ante el Atlético de Madrid y se despide de la Copa. Diego Costa aprovechó al borde del descanso un fallo de Casto y Molina hizo el tanto del honor al final.
Alineación sin grandes sorpresas en el inicio. La única novedad, que ya avanzaría Mel en las vísperas del encuentro fue la de la incursión de Álvaro Vadillo desde la posición de extremo en detrimento de un hombre de ataque como Jorge Molina. En el cuadro de Simeone, lo previsto también. Manquillo por Juanfran en el lateral derecho y Adrián sustituyendo la baja de Falcao en la zona ofensiva.
Los primeros minutos fueron de dominio alterno. Sin grandes alardes en ninguno de los equipos, tanto verdiblancos como rojiblancos especulaban con el ‘tempo’ del partido y la eliminatoria.
Perfectamente colocado en el terreno de juego y mordiendo en cada jugada como si la renta de la ida no fuera tal, el Atlético casi no dejaba opción alguna de acercamientos con peligro y en la contra, intentaba aprovechar los espacios que el Betis por momentos terminaba cediendo atrás. Únicamente a balón parado lograba inquietar al rival madrileño que no obstante, se mostraba bastante expeditivo en dichas jugadas.
Tras una jugada polémica en el área del Atlético de Madrid en la que Salva Sevilla caía ante su defensor que de manera muy justa, no alcanzó a señalar Clos Gómez, se produjo en el minuto 36 el primer remate con peligro en un testarazo de Rubén Castro que a punto estuvo de enganchar Perquis delante de Courtois. Por contra,, en el 40 Adrián se plantaba frente a Casto y desde la frontal, tuvo la más clara para los de Simeone aunque sin demasiada fuerza, el lanzamiento era detenido por el portero bético.
Pero la jugada tonta del partido llegaría en el minuto 45 cuando parecía que la primera mitad acabaría con empate en el marcador. Patadón de Miranda que Amaya, confiado en la demarcación del guardameta verdiblanco, cede el balón atrás sin percatarse de la salida de Casto que se come la pelota en una caraja monumental para que Diego Costa a placer y sólo, a portería vacía, alojaba dentro de las mallas el 0-1. El brasileño, caliente a lo largo de todo el duelo, acabó formando una tangana entre varios jugadores de sendos conjuntos. La bronca no pasó a mayores aunque la grada no cejó de acordarse en la entrada a vestuarios del delantero atlético.
Mel, visto lo visto y con el cruce ya perdido, daba entrada a Jorge Molina y Guillermo Molins por Beñat Etxebarría y Joel Campbell pensando en el choque del próximo domingo en Vallecas. De esta manera, el fichaje de invierno se estrenaba en el Villamarín de forma oficial con la elástica de la trece barras. El hambre del Atleti, insaciable, se manifestaba en la oportunidad del asturiano Adrián que Casto, esta vez en buena lid, lograba atrapar con seguridad.
La contestación del Betis no se hizo esperar. En el 53, Molina de remate acrobático con el tacón, casi obtiene el empate en un balón que salió por poco a la derecha del cancerbero rojiblanco.
El duelo caminaba hacia la zozobra hasta que en el minuto 90, un derribo en el área de Godín a Molina , era decretado por el colegiado como penalti ante los aplausos del público asistente. El de Alcoy convirtió el penalti que supuso las tablas. El Betis decía así adiós a su andadura copera.
