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Manzano: "Cuando me desmayé en el Tour me pidieron no decir la verdad porque íbamos todos a la cárcel"

En el Kelme, con los hermanos Fuentes como médicos y el conocimiento de Belda y Labarta, "se dopaban todos menos Juan Miguel Cuenca"

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El exciclista Jesús Manzano, una de las partes de la acusación en el juicio oral de la 'Operación Puerto', ha detallado ampliamente el sistema de dopaje en el equipo Kelme, supuestamente orquestado por Eufemiano Fuentes, Vicente Belda, José Ignacio Labarta y Yolanda Fuentes -cuatro de los cinco imputados en el caso-, y ha recordado su diversos problemas de salud en 2003, como el desfallecimiento que sufrió en el Tour, donde le pidieron que no dijera lo que había consumido porque podían ir "a la cárcel".

   "Había tomado por vía intravenosa Oxyglobin, una hemoglobina de origen canino, Belda y Labarta por supuesto que lo sabían. Ataqué con Richard Virenque en una etapa y me empecé a encontrar mal, mal, mal, hasta que me desmayé. Estaba más muerto que vivo. Desperté en la ambulancia y me pidieron que no dijera lo que había tomado ni me hiciera una analítica porque era Francia e íbamos todos a la cárcel", afirmó Manzano en su declaración como testigo.

   El exciclista dejó claro que no actúa "por venganza". "Unos quieren limpiar el ciclismo y otros no. No sé lo que me va a pasar de aquí a unos años con todo lo que me han metido", aclaró en cuanto a su decisión de participar en el juicio, donde estuvo declarando cuatro horas, provocando un palpable clima de tensión entre los letrados de la acusación y los de la defensa, que se emplearon con agresividad.

   Además, señaló a Eufemiano Fuentes como el responsable del sistema de dopaje en el equipo Kelme. "Llevaba la sangre por España 'como Pedro por su casa'. Las bolsas de sangre fueron al Tour en 'bricks' de vino que llevaba la 'paloma mensajera', Alberto León", explicó, dejando claro que el médico se trasladaba en plena competición para dopar a los ciclistas.

   Manzano reconoció haberse sometido a varias autotransfusiones de sangre, y haber consumido -"porque no quedaba otra, si no lo hacías te ibas a la calle"- diversos tipos de EPO, hormonas femeninas, nandrolona, cortisona o testosterona, entre otros productos, como la albumina empleada para engañar a los controles antidopaje, o medicamentos de origen animal. "Belda decía que unos días van ladrando y otros, mugiendo", recordó.

   En su declaración, citó varios episodios concretos de su etapa en el Kelme, sobre todo relativos al año 2003, en los que acusó a los hermanos Fuentes, a Belda y a Labarta. Según su testimonio, los cuatro trabajaban coordinadamente en el equipo y "ninguna parte actuaba a escondidas de otra" de forma que el entonces director deportivo elaboraba la planificación deportiva, Labarta la física y los médicos -incluidos Alfredo Córdova y Walter Virú- la de dopaje.

   "El equipo siempre estaba supeditado a los médicos. Jamás me trataba Eufemiano sin el conocimiento de Labarta, la planificación física siempre estaba coordinada con la médica y en absoluto podían hacerlo sin el conocimiento de Belda. Nos llamaba y decía '¿Te has puesto en contacto con el canario (Fuentes) para que te mire el aceite?'. Automáticamente iba al laboratorio de Merino Bartres en Madrid o al de Virú en Valencia para sacar bolsas de sangre", anunció.

REACCIÓN ALÉRGICA A UNA AUTOTRANSFUSIÓN.

   En este proceso, Manzano relató que Fuentes le trataba con EPO ('Pelas') hasta subir al hematocrito hasta 56 por ciento (el máximo permitido es 50), se esperaban doce días para "limpiar la EPO de la sangre" y posteriormente le extraía dos bolsas de sangre de medio litro en el laboratorio de Merino Batres para volver a reinfundirlas -hasta en tres ocasiones diferentes, incluso en plena competición- en un proceso que no tenía "ningún control". "Jamás firmé, se me advirtió y jamás firmé nada", agregó.

   Manzano recordó una de esas autotransfusiones, que salió mal en Valencia. "Cuando me habían metido 150 mililitros de sangre me empecé a encontrar mal, con mucho frío. Me empezaron a poner Urbason, me encuentro mejor, cojo un taxi y voy a la estación de tren. Me sentó mal otra vez y el 'picabilletes' me dijo que no podía salir el tren si estaba así. Virú vino, me sacó a hombros, me llevo a la clínica y me puso Urbason. Me dejó en un hostal. Tuve una reacción alérgica a la bolsa de sangre que me puso", desgranó.

   Otra autotransfusión se produjo durante la Vuelta a España 2003, cuando Eufemiano Fuentes acababa de volver al equipo Kelme. "Fue en el Hotel Reconquista en Asturias. Me enseña las bolsas con mis siglas 'JMR', trae una cacerola que llevaba él y la pone al baño maría con un termómetro. Cuelga la bolsa de la escarpia del cuadro y en 35 ó 40 minutos te la reinfunde toda. Eufemiano y Yolanda van rotando porque había más gente a la que se lo estaban haciendo. Pasaban a ver si estaba vivo o muerto", apuntó.

   Además, recordó cómo el médico canario, durante una Vuelta a Castilla y León, "llegó a un hotel de Ávila con su flamante Porsche y una nevera cargada de hormonas y EPO en el asiento del acompañante". "Era para que después de la carrera tuviéramos suministro de sustancias", explicó sobre el dopaje en el Kelme en el que "se dopaban todos menos Juan Miguel Cuenca porque tenía un problema en las venas de las piernas".

"EN FRANCIA HABÍA RIESGO DE QUE TE PILLARAN, NO ERA COMO ESPAÑA".

   Otro episodio destacado se produjo cuando Fuentes quería suministrarle la sustancia HMG y no le quedaba en el Hotel Aída de Torrejón de Ardoz donde se alojaba. "Me dio una receta para que fuera a la farmacia de la glorieta de Cuatro Caminos en Madrid y preguntara por Jesús García o Fulgencio. Presenté la receta a nombre de su hermana Yolanda y no la tuve que pagar, la cuenta la pagaba el Kelme. Era una hormona femenina para embarazadas a la que soy alérgico en grandes cantidades. Aún así me la suministraba", rememoró.

   En este sentido, el "único pago" que tuvo que realizar Manzano personalmente fue la "limosna" que le pidió Belda para pagar medicamentos en el Tour 2003 a la 'paloma mensajera' Alberto León. "En Francia había un riesgo de que te pillaran, no era como España, que no estaba penado. Con el 'caso Festina' y otros había miedo", señaló sobre aquel episodio.

   Además, recordó lo ocurrido en la Vuelta a Portugal con las palabras de Yolanda Fuentes. "Nos dijo: 'Menos mal que me he pasado por Madrid, si no dais positivo todos'", zanjó el madrileño, que en este juicio reclama una indemnización de 180.000 euros.

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