El de mañana (16.00 horas) en Anoeta será un partido más que trascendental, probablemente, para ambos conjuntos. Para la Real Sociedad porque está inmersa en el pozo y querrá agradar a los suyos tras el cambio de entrenador. Y para los de Nervión porque necesitan como el comer ganar a domicilio para escalar puestos en la clasificación liguera.
Y es que los de Unai Emery aún no conocen la victoria lejos del Ramón Sánchez Pizjuán en lo que va de temporada, ni en Liga ni tampoco en Champions. Un déficit que está haciendo mucho daño de cara a los ilusionantes objetivos marcados por la entidad para este ejercicio.
Hasta la fecha, el Sevilla ha disputado siete partidos oficiales fuera de su feudo, cinco en la competición doméstica y dos en la europea. De los cuales, cuatro terminaron en derrotas y al menos tres puntos pudieron salvarse por diversos empates.
Por ello, Unai Emery necesita de sus mejores efectivos para afrontar dos encuentros a domicilio claves. De seguir con la inercia negativa el Sevilla se complicaría la vida.