El suizo Stan Wawrinka recuperó sensaciones y el hambre por ganar, y con su victoria ante el croata Marin Cilic por 6-4 y 7-6 (11) en una hora y 58 minutos, en la final de Ginebra, encara a partir de este domingo la defensa del título de Roland Garros.
El suizo llegará en forma a la capital francesa para defender uno de los dos Grand Slam que posee (Abierto de Australia, 2014). Tras sufrir rápidas derrotas en los Masters 1.000 de Madrid y Roma, parece haber recuperado sus sensaciones sobre tierra, en la antesala de París, ciudad donde defenderá 2.000 puntos.
Ganador a principio de año en Chennai, donde derrotó al croata Borna Coric en la final, y Dubai, al chipriota Marcos Baghdatis, su bajón de juego había sido evidente cuando se acercaba el segundo grande de la temporada.
Ante Cilic, verdugo del español David Ferrer en semifinales, Stan sacó la máxima efectividad a sus golpes, para lograr la décima victoria en 12 encuentros, y apuntarse el título 14 de su carrera, en el momento preciso. Eso si, salvando cinco puntos de set en el desempate, tres de ellos al resto.