o será una empresa fácil, como tampoco se venderá fácil una nueva derrota. El Clínicas Girme Gymnástica Portuense deberá remontar un marcador casi insalvable ante el Náutico sevillano, que venció en el primer partido por un contundente 50-70. La recuperación moral en las chicas de Carlos Yeray tras el traspiés sufrido el pasado fin de semana ha sido una de las piezas fundamentales para encarar el choque con plenas garantías.
El sábado el segundo acto encontrará una resolución final, donde se sueña con voltear una situación cuanto menos insalvable. La presión, la entidad del rival o ambas a la vez pudieron afectar a un equipo desconocido e incómodo sobre la pista que no dio una a derechas.
Que lejos de ofrecer la imagen de anteriores encuentros, pesaron más la responsabilidad y los nervios. Las expectativas en encontrar un duelo igualado pronto se desvanecieron, terminando por quitar la razón, y lejos de la realidad, el Náutico fue el auténtico dominador del encuentro.
Ahora será el momento de demostrar la capacidad de sobreponerse y empezar a otear el horizonte de la final a cuatro de la fase de ascenso a la Liga Femenina 2, en la que además actuará como anfitrión. Sin tiempo para lamentos, la Gymnástica pretende levantarse y para plantar cara a un primer clasificado de la liga regular, que tras lo visto el pasado domingo se encamina como el gran favorito. Éso es la teoría.
A por la revancha
La lucha por el título no debiera empañar la brillante temporada realizada ni caer en un derrotismo vano. La fase final de ascenso está a la vuelta de la esquina y las portuenses, ante su público, podrán tomar la revancha para intentar dar el salto de categoría. Por segundo año consecutivo, Clínicas Girme tratará de certificar de un modo u otro el progreso esgrimido en un club que sueña con colarse por méritos propios en una división superior. No sin antes cobrarse el desagravio ante el Náutico.