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El Puerto

Austeridad, recortes y atrasos, el ‘rival’ a batir

La caída de la publicidad y la falta de financiación a través de patrocinadores, una problemática añadida. Las subvenciones públicas, siguen siendo la principal fuente de ingresos de muchas entidades

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  • El deporte base, a la espera de encontrar tiempos mejores. -

Sangre, sudor y lágrimas. Sin duda alguna, las entidades deportivas no han encontrado otro rival al que haya resultado más complejo y más dificultoso batir a lo largo y ancho de los innumerables partidos disputados en su historia. La lucha fraticida ya dura demasiado tiempo, y los esfuerzos, aunque titánicos y duraderos, empiezan a mostrar los lógicos signos de cansancio, en la intención de salir victorioso de esa lucha fraticida.

Es un contrincante duro de pelar y sin escrúpulos, antideportivo y humillante. Por no llevar, no lleva ni camiseta con la que identificarlo. Éste no tiene escudo ni hinchada que lo jalee. Fría e implacable, la crisis se amolda y castiga sin pudor al más débil y al más pequeño. El que no entiende de recortes, de ayudas ni de subvenciones. Al él sólo le importa jugar y competir.

Y al que se le está privando de poder realizar un deporte en unas condiciones dignas. A ése, antes de que sea noticia cuando cuelgue una medalla, se le sigue ninguneado por unos y otros. Ignorado y despreciado, intenta sobrevivir ante una situación, que lejos de encontrar soluciones positivas, va camino de eternizarse en el tiempo.

Lamentablemente, es la comidilla en los mentideros deportivos. Las dificultades que entrañan y que ponen en entredicho la supervivencia a muchos de ellos, han copado el protagonismo al mismo deporte en sí.

El partido más importante con el que van a tener que hacer frente en este recién 2013.
Las metas y los objetivos ya  quedan casi en un segundo plano. Tristemente, la consigna es esperar a tiempos mejores, si es que se llega con vida. Mientras, los más pequeños continúan en manos de adultos que en vez de solucionar, parchean y coartan su futuro.

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