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En román paladino

¡Vete al médico!

Son una minoría, pero sus directivos de grupo perdonan ese hooliganismo político

Publicado: 18/03/2021 ·
10:43
· Actualizado: 18/03/2021 · 10:43
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  • Carmelo Romero, PP.
Autor

Rafael Román

Rafael Román es profesor universitario, miembro del PSOE, exconsejero de Cultura y expresidente de la Diputación de Cádiz

En román paladino

El autor aborda en su espacio todos los aspectos de la actualidad política tanto de España, Andalucía y la provincia de Cádiz.

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Mientras que íñigo Errejón pedía al  presidente del gobierno en una pregunta oral en el Congreso mayor atención a las enfermedades y disfunciones mentales, que han aumentado  tan considerablemente por el Covid-19, como han acreditado sobradamente  médicos, farmacéuticos y  responsables de centros de salud, además de estudios académicos,  un energúmeno investido de diputado por una parte de los ciudadanos de la provincia de Huelva gritó “Vete al médico”. Hasta ahí la pequeña y miserable historia  parlamentaria  de ayer, que esconde  un trasfondo de insensibilidad,  grosería y ausencia de respeto a los enfermos que se rechaza por sí mismo, sin mayores comentarios. El  diputado  -su  excelentísima señoría-  se llama Carmelo Romero y  ha sido diputado  de la X, XI, XII, y XIV legislaturas, licenciado en Derecho, funcionario de la Junta de Andalucía  y alcalde de Palos de la Frontera. Ha pedido disculpas  después por su  casi imprecación. Pero allí seguirá con su bagaje mental enfermizo y fuera de tiempo.   Y no es el peor. Lo malo abunda también en el Congreso de los Diputados. Afortunadamente son una  minoría, pero sus directivos de grupo  perdonan ese hooliganismo político.    

Cuando se hablaba del  recorte de las ayudas al desempleo la diputada Andrea Fabra, hija del  que  aquel al que continuamente  la tocaba la lotería siendo presidente  de la diputación de Castellón -diez veces en doce años- Carlos Fabra,   también gritó otra frase profundamente educativa y solidaria: “¡Que se jodan!”, dirigida a los parados.

A otro diputado, coordinador  nacional de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, un político dignísimo, le exclamó  el diputado Francisco Murcia un sonoro “Maricón” cuando defendía una ley igualitaria para los gays;  el  diputado  era Francisco Murcia, del PP por Alicante. Otro iluminado. Fue diputado durante cinco legislaturas. 

El episodio cumbre lo protagonizó, sin embargo,   José Antonio Labordeta,  cantautor  y poeta aragonés y famoso, entre otras cosas,  por su programa televisivo “Un país en la mochila”. Por ello cuando intervenía contra el apoyo   español a  la guerra de Irak, le gritaban los populares “¡Vete con la mochila a Teruel!”  y “¡Qué me dices cantautor de las narices!”.  Los populares,  le interrumpían continuamente con ese tipo de  frases y  numerosos murmullos. Él les espetó que estaban acostumbrados a hablar  sólo ellos  siempre y no dejar a los demás y salió de su boca el  memorable: “¡A la mierda, coño!”

 

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