Miles de mujeres saldrán de nuevo a las calles este 8 de marzo para reivindicar la necesidad de seguir avanzando hacia la igualdad, aunque el movimiento feminista, tras un 2021 sin grandes movilizaciones por la pandemia, se presenta dividido y varias organizaciones han convocado marchas alternativas.
Las discrepantes abogan por un feminismo abolicionista de la prostitución y cuestionan las políticas del Ministerio de Igualdad, especialmente la ley trans, que permitirá la autodeterminación de género.
Esta ley, que todavía no ha llegado al Congreso, también divide al arco parlamentario, pero las principales formaciones, como el PSOE y el PP, han avanzado su intención de sumarse a la manifestación tradicional, que partirá a las 19 horas de Atocha y concluirá en la Plaza de Colón.
También en esa marcha participará el equipo del Ministerio de Igualdad, encabezado por Irene Montero; así como la vicealcaldesa de Madrid y dirigente de Ciudadanos, Begoña Villacís, que en 2020 abandonó la manifestación por consejo de la policía junto a sus compañeros de partido tras ser increpadas por algunas manifestantes.
Fue aquel un 8M multitudinario que acabó en el centro de la polémica, ya que seis días después se declaraba el estado de alarma por la pandemia de covid-19. Solo en Madrid habían salido a la calle más de 120.000 personas y las autoridades sanitarias solo habían aconsejado quedarse en casa a quienes tuvieran síntomas.
El año pasado la Delegación del Gobierno en Madrid prohibió las grandes manifestaciones por motivos de salud pública y el feminismo se volcó en actos simbólicos, concentraciones de aforo reducido y en los balcones morados.
La Comisión 8M, organizadora de la tradicional marcha de Madrid, ha informado a la Delegación de que espera este martes a alrededor de 30.000 participantes. Las convocantes de la marcha alternativa, que partirá de la confluencia de Gran Vía con la calle Alcalá hasta Plaza de España, han trasladado la cifra de 3.000.