La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha coincido con el expresidente del Gobierno Felipe González en incorporar el enriquecimiento ilícito de cargos públicos como delito en el Código Penal.
En su columna semanal en 'El Mundo', recogida por Europa Press, Aguirre apoya la propuesta de González, que califica de "interesante sugerencia", de incluir en el Código Penal la figura delictiva del enriquecimiento ilícito porque, "por absurdo que pudiera parecer, ese aumento patrimonial injustificado en un cargo público no está, a día de hoy, contemplado como delito en el ordenamiento jurídico".
"No puedo estar más de acuerdo con Felipe González en las dos cosas: en su consideración de que la corrupción se ha convertido en agobiante para la vida política española, y en la necesidad de incorporar ese tipo de delito a nuestro ordenamiento jurídico", ha lanzado.
Para Aguirre, la impresión de que la sensación de agobio que los casos de corrupción han creado entre la ciudadanía responde, en gran parte, al funcionamiento de la Justicia por ser "extraordinariamente lenta" pero es que, además, cuando los corruptos son condenados "rara vez devuelven el dinero que se han llevado ilegalmente". "Y todos podemos comprobar cómo siguen viviendo con el mismo tren de vida que llevaban antes de ser condenados", ha remachado.
"Esta Justicia tan lenta y esa imposibilidad práctica para lograr que los corruptos devuelvan el dinero robado son dos factores decisivos para que los ciudadanos alimenten la creencia de que la corrupción les sale gratis a quienes la practican", ha apostillado, lo que deriva en la sensación de "agobio y de desmoralización".
Aguirre defiende "la posibilidad de investigar, incluso de oficio, las fortunas y los bienes de que hacen ostentación algunos políticos, que llegaron a esta actividad presumiendo de sus orígenes humildes y que, de pronto, pasan a vivir con un lujo que resulta inexplicable si, durante sus años de servidor público, sólo han percibido el salario que les correspondía".
"Una de las maneras de controlar la honradez de los cargos públicos es la de observar si su vida cambia en algo a partir del momento en que llega a ocupar ese cargo", ha remarcado, aunque también ha añadido que el corrupto puede también engañar así.