Un estudio de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) considera más apropiado que los pacientes covid con un nivel de riesgo bajo tengan un "seguimiento ambulatorio estrecho", en lugar de ser ingresados en un centro hospitalario.
La investigación, basada en datos del Registro SEMI-COVD-19 sobre un total de 17.122 pacientes, es la primera estrategia de estratificación que mide el riesgo de los pacientes covid en tres niveles (bajo, medio y alto) en función de parámetros inflamatorios en el momento del ingreso en un hospital.
Según el estudio, los pacientes del grupo de alto riesgo presentan mayor frecuencia de fiebre, disnea y vómitos y requieren en un 8,7 por ciento ventilación mecánica invasiva, en un 9,7 por ciento cánulas nasales de alto flujo y en un 10,6 por ciento ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Por contra, en los pacientes de bajo riesgo, los ingresos en UCI se reducen al 0,9 por ciento y la ventilación mecánica invasiva al 0,6 por ciento.
Además, la mortalidad intrahospitalaria es del 2,3 por ciento en el grupo de bajo riesgo frente al 23,9 por ciento en los pacientes de alto riesgo y del 6,2 por ciento, entre los ingresos con riesgo intermedio.
El estudio constata que los pacientes de alto riesgo son en un 60 por ciento varones con una edad media de 70,4 años, con mayor grado de dependencia en las tareas diarias antes del ingreso hospitalario y con enfermedades como diabetes mellitus, hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, enfermedad hepática, insuficiencia renal crónica, cáncer o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Por contra los pacientes con riesgo bajo tienen una media de 58 años, en un 63 por ciento son mujeres y el grado de dependencia en las tareas diarias a la hora del ingreso es moderada.
Según el estudio y dado que "la inflamación ha sido sinónimo de complicaciones durante el ingreso hospitalario y aumentado la probabilidad de muerte", la identificación temprana del estado inflamatorio es crucial para mejorar el pronóstico de los pacientes que requieren hospitalización.
Además concluye que la estrategia de estratificación en niveles de riesgo sirve para ajustar el régimen farmacológico según el grado de respuesta inflamatoria.
